MUNICIPIOS. Mientras el asunto de la basura se ha convertido en otro de los tinglados donde los partidos de la alianza de gobierno se muestran con fiereza los dientes, el Municipio de Boquete le está dando un ejemplo a todo el país sobre lo que se puede hacer cuando se deja de lado la demagogia y se enfrenta el problema con conocimiento y trabajo. Boquete acaba de iniciar el proyecto de manejo de las 15 toneladas de basura que allí se producen diariamente, lo que incluye un planificado proceso de selección, lavado, secado y compactado de los desechos, para convertir esa basura en dinero contante y sonante. Justo como se hace en las ciudades del mundo que tienen la suerte de tener un alcalde que entienda el alcance de su cargo.
Es decir, justo lo que no tenemos en la capital del país... aunque estos días, uno puede tener alguna esperanza de que las cosas mejoren, si es que don Bosco le hace caso al diputado Blandón. El tema es muy grave porque impacta en la estructura del Estado dando un lamentable paso atrás. La ineptitud mostrada por el jefe de la comuna capitalina -incluyendo no haber informado del desastre que encontró- ha tenido un resultado nefasto: que una de las facultades más clásicas de los gobiernos locales (y con un enorme potencial económico) pasará a manos del Gobierno Central. En todo caso, la famosa Autoridad Nacional de Aseo podría ser un ente regulador y asesor de los municipios, pero no ejecutor de una facultad municipal.
Como digo, se trata de un tema muy serio. Los gobiernos locales -municipios y juntas comunales- constituyen la base del Estado y el escenario perfecto para transformar a un ciudadano común en activo y responsable miembro de su comunidad. Pero para ello se requiere un líder ilustrado; no esa patética versión de héroe de cómica montado en su versión de batimóvil paseándose por Ciudad Gótica. PD: Barrería en la Anam. Por lo visto, los pocos técnicos conocedores de su trabajo van siendo sistemáticamente descartados.