DESCARO. “De la calle vendrán y de tu casa te sacarán”, dice el popular refrán. Pues justamente eso es lo que está pasando por los lados de Molirena, donde un oscuro personaje cuya ejecutoria me es absolutamente desconocida (parece que le dicen “perfumito”), se da el tupé de ignorar la experiencia y la trayectoria de Jorge Rubén Rosas, apartándolo de la Comisión de Reformas Electorales. ¿Por qué? Pues debido a que, junto a los fundadores del grupo, hizo pública su oposición a que el histórico partido desaparezca al unirse al hoy poderoso Cambio Democrático.
¡Increíble! Por lo visto, los ejemplos de intolerancia e incapacidad de enfrentarse a la disidencia que reina en la Universidad de Panamá, se extiende. Y ya que estamos en la U, es sorprendente la cara dura del “rector magnífico”... tan magnífico que ha tenido y seguirá teniendo que utilizar todo tipo de malas artes para mantenerse en el poder. Lo único que no pudo lograr en la servil Asamblea –salvo un puñado de diputados dignos que le cantó en la cara cuatro verdades bien dichas– fue unificar el voto ponderado.
Parece que don Gustavo se dio cuenta de que verdaderos incondicionales solo tiene a los administrativos, por lo que pretendió subir a 33% el actual 10% de ponderación que tiene ese grupo. No pudo. Ahora veremos a la maquinaria de la colina a todo vapor para impedir que las mayorías hablen y la corrupción termine. En mi país soñado, una eficiente Contraloría fiscalizaría que no se utilicen los recursos de la UP para fines tan detestables. Sí, en mi país soñado.