ESTUPOR. Es cierto que desde el día uno, los miembros de la “Patria Loca” –especialmente los ministros Mulino y Papadimitriu, así como el propio presidente, Ricardo Martinelli– dejaron claro que lo suyo no era la consulta, ni pretendían “perder tiempo” en comisiones ni diálogos.
Era un gobierno de “acción” y no pensaban “cogobernar” con nadie. Es decir, que lo sucedido esta semana no debería sorprenderme, pero me sorprendió. Confieso que aún no salgo de mi estupor sobre lo ocurrido el pasado lunes en el Palacio de las Garzas, cuando el señor Presidente llamó “miedosos” a los miembros de la comisión que había nombrado para que investigara lo sucedido en Bocas del Toro. Miedosos porque no llegaron a la misma conclusión a la que han arribado los miembros más conspicuos de esta administración: que todo fue un plan del PRD y del Suntracs.
Es decir, quienes idearon y dieron forma a la tristemente famosa omnibus bill o “ley chorizo” en la Presidencia, los serviles diputados que la aprobaron sin chistar, la indiferencia de la ministra de Trabajo ante las peticiones de los obreros de Changuinola, la estulticia de tantos en el gobierno, la represión comandada por Gustavo Pérez (“son unos facinerosos”, dijo), nada tienen que ver con lo sucedido. Todo es culpa del PRD, de Genaro López y de Saúl Méndez.
“Nadie moviliza tantas fincas, sin recursos”, dijo esta semana la ministra Alma Cortés al salir del congelador donde, al parecer, la enviaron por gusto. ¡Sorprendente! Pd: He recibido una fuerte amenaza de un cercano familiar de un funcionario al que suelo criticar en esta columna dedicada, principalmente, a temas ambientales. Puede ser un arrebato de ira sin importancia, pero por si las moscas es mejor darme por notificada públicamente. Normal en este oficio y en un país tan corrupto. Normal estos días en el Panamá de la intolerancia a la crítica de quienes no entienden su papel de servidores públicos. Lástima que sea normal.
