PETICIÓN. Comienza un nuevo año y con él, se renuevan las esperanzas, las ilusiones, los proyectos. No es momento para el pesimismo y menos ahora que, según revelan recientes descubrimientos científicos, ser optimista alarga la vida. Por lo pronto, ignoro mis tendencias naturales, me disfrazo de optimista y, puestos a pedir, pido que una fuerte ventolera de año nuevo se lleve el clientelismo y la demagogia, la runchada institucionalizada y el mal gusto, el alarde de ignorancia y la chabacanería, el despilfarro, la corrupción, el doble discurso y la mentira. Pido viento a favor para esos muchos panameños que, en todos los rincones del país, luchan con tesón y honestidad.
Pido más funcionarios como la primera dama que, sin serlo realmente, trabaja sin estridencias y alardes. Pido que los maestros y profesores se sumen con entusiasmo al proyecto de renovación de la educación, pues es el único camino seguro. Pido un Panamá más verde, con ríos y mares limpios... pido respeto por la madre tierra. Y por seguir pidiendo, lo hago como el gran Sabina: “que las verdades no tengan complejos, que las mentiras parezcan mentira, que no te den la razón los espejos, que te aproveche mirar lo que miras... Que no se ocupe de ti el desamparo, que cada cena sea tu última cena, que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena. Que no te compren por menos de nada, que no te vendan amor sin espinas, que no te duerman con cuentos de hadas, que no te cierren el bar de la esquina”. ¡Feliz 2011!
