¿CAMBIO? En 2008, durante la administración de Martín Torrijos, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó el Informe sobre desarrollo humano dedicado a la institucionalidad panameña. No eran buenas noticias y, justamente por ello, la administración PRD de la época usó su poder para postergar todo lo que pudo la divulgación del documento. Nuestra enclenque y politizada institucionalidad empezaba esos años a hacer agua, pero los políticos en el poder nada querían saber del asunto.
Los muertos carbonizados en aquel trágico bus o el envenenamiento masivo con medicamentos hechos en la Caja de Seguro Social quedarán en la historia como consecuencia de tanta irresponsabilidad. Ambos sucesos habrían podido evitarse, si los sistemas y procedimientos de trabajo de las instituciones involucradas hubiesen existido.
Pero lamentablemente, ni estas dos desgracias lograron que los políticos entendieran la importancia de cuidar y fortalecer las instituciones del país, respetando la estabilidad laborar de quienes saben cómo se hacen las cosas. Hoy, me dicen, una argentina con mucho poder se dedica a cazar perredistas de la planilla estatal, como antes los perredistas se dedicaron a cazar panameñistas, y así sucesivamente en un terrible círculo vicioso de destrucción institucional. Y las consecuencias son cada vez peores. Ahora resulta que acaban de descubrir que el Idaan es un desastre. Me pregunto cuántos ingenieros y técnicos fueron destituidos para darle paso a la inútil camarilla política de turno. ¿Fue ese el cambio prometido?
