Hace 30 años el general Omar Torrijos Herrera usó la V Cumbre de Países No Alineados, que se celebraba en Colombo, Sri Lanka, para buscar apoyo internacional en la causa de la reversión del Canal y sus zonas adyacentes. El respaldo que finalmente obtuvo Torrijos Herrera fue clave para lograr que Estados Unidos accediera a devolverle a los panameños el Canal y los territorios que le sirvieron para instalar sus bases militares.
La tribuna que usó el general en agosto de 1976 será la misma que su hijo, el presidente Martín Torrijos, conocerá el próximo 15 y 16 de septiembre cuando vuelvan a reunirse los jefes de Estado del Movimiento de Países No Alineados (Mnoa). Esta vez, el escenario será La Habana, Cuba.
Fuentes diplomáticas informan que Torrijos conversará con sus homólogos la temática del proyecto de ampliación del Canal, aunque el enfoque que ha establecido el anfitrión, el presidente de Cuba, Fidel Castro, es la educación, la salud y la energía, como elementos del desarrollo de los países.
La importancia
Pero, ¿actualmente tiene alguna relevancia internacional esta cumbre?
El embajador de Cuba, Carlos García Trápaga, sostiene que el movimiento de los no alineados tiene igual o más importancia que hace 30 años.
Aparte del tema político, este movimiento tiene muchos asuntos que tratar, principalmente el desarrollo del tercer mundo.
"Los países no alineados tienen que abocarse al multilateralismo, la cooperación y al respeto de la soberanía e independencia de los pueblos", sostiene el embajador cubano.
Para Carlos Guevara Mann, ex director de Política Exterior, el Movimiento de Países No Alineados no tiene mayor relevancia hoy en día.
Aun cuando los Principios de Bandung, que resultaron de la primera cumbre, en 1955, siguen vigentes, "es importante destacar que muchos de los autodenominados países no alineados incumplen dichos principios inescrupulosamente", sostuvo Guevara Mann.
Tal es el caso, anotó, de los estados "no alineados" que violan sistemáticamente los derechos humanos de sus ciudadanos.
Esta conducta repulsiva ha contribuido al desprestigio del movimiento, insistió el ex funcionario de la Cancillería.
Por su parte, el ex canciller Harmodio Arias Cerjak consideró que Torrijos debe asistir a la cumbre por la "deuda histórica" que tiene con el movimiento que apoyó la causa de recuperar el Canal.
Pero, indica el ex canciller Arias, el empuje que actualmente tiene el movimiento, definitivamente no es el mismo de hace 30 años.
(Vea Estados Unidos no asistirá, la Unión Europea sí)
