Los panameñistas han logrado manejar con bastante discreción sus roces internos desde que llegaron como cogobernantes en la Alianza por el Cambio, pero esta última semana han salido a relucir algunas voces de dirigentes que reclaman más plazas de empleos y piden la reactivación de los organismos de consulta del partido.
Los primeros estallidos han surgido de la dirigencia de Bocas del Toro, cuyo jefe del directorio nacional, Víctor Torres, se declaró como opositor de la Ley 30 y reclamó una postura más crítica de la dirigencia del colectivo con respecto a esta norma. En Veraguas, el dirigente Nelson Pineda, junto con otros miembros de base, reclamó más plazas de empleos porque se siente desplazado por afiliados de Cambio Democrático en los puestos de trabajo en el Gobierno.
En Colón, tras la separación del alcalde, Dámaso García, un grupo de panameñistas protestó porque considera que la dirigencia no lo defendió en un proceso que calificaron como político más que judicial.
Jorge Gamboa Arosemena, uno de los fundadores del partido panameñista, sostiene que hay un descontento general de las bases del colectivo, porque a su juicio este es inoperante.
Arosemena advierte que el descontento más fuerte de las bases se origina en Bocas del Toro, por el apoyo del partido a la aprobación de la Ley 30 en la Asamblea.
Ante este panorama, Juan Carlos Varela, presidente del Panameñismo y vicepresidente del país, reconoce que hay un malestar en la dirigencia del colectivo en Bocas del Toro.
“Es una realidad que dirigentes del partido muy reconocidos y allegados a mí tuvieron un rol de participación en las protestas que se dieron” en Bocas, dijo Varela.
Indicó que ha enviado a directivos del partido a conversar con las bases en Bocas del Toro, Veraguas, Coclé y Chiriquí. Según Varela, por ser el panameñismo un partido muy grande es importante conciliar las fuerzas políticas internas, meta ya alcanzada, y lograr que la mayoría entienda la visión social del partido en su rol de partido de gobierno.
De acuerdo con Varela, luego de pasada la conmenoración por un aniversario más de la muerte del tres veces presidente Arnulfo Arias Madrid, se discutirán los nuevos estatutos del colectivo que permitirán mayores consultas con las bases.
Varela dijo que en dos meses se debe reunir la junta directiva, la Comisión Política, el Directorio Nacional, porque se convocará a una convención nacional del partido para inicios del verano de 2011.
En dicha convención se someterá al escrutinio de las bases qué fuerza interna controlará el partido con miras al 2014.