Un simple juego infantil –pararse en la baranda de uno de los puentes peatonales de la cinta costera– podría convertirse en una tragedia para los niños que parecen estar sin supervisión alguna, ya sea familiar u oficial.
El supervisor de turno de la Policía Municipal, Javier Ruiz, explicó que son 34 los agentes que deben vigilar todo lo que sucede en la cinta costera, que va desde los juegos mecánicos cercanos a Punta Paitilla, hasta las tarimas de las televisoras situadas después del Hospital del Niño.
Ruiz aclaró que los agentes de la Policía Nacional de Tránsito y los inspectores de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre son responsables de vigilar a los conductores y la abundante cantidad de peatones que en estos días visitan el paseo marino..