Ernesto Pérez Balladares podría convertirse hoy en el segundo ex presidente de la República en ser llevado a juicio, después que los militares dejaron el poder en 1989, y el quinto gobernante sentado en el banquillo de los acusados en la historia del país.
Sin embargo, de ser acogida la petición de la Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada por el Juzgado Noveno Penal, Pérez Balladares pasaría a ser el primer ex mandatario de Panamá en ser juzgado por blanqueo de capitales.
En febrero de 2000, el hoy fallecido ex presidente Guillermo Endara fue enjuiciado en el Juzgado Quinto Penal de Panamá por el delito de calumnia e injuria, luego de llamarle homosexual en 1996 al entonces director de la Caja del Seguro Social (CSS) y hoy presidente de la República, Ricardo Martinelli.
En una carta pública, Endara responsabilizó a Martinelli de las muertes de 13 pacientes con afección renal recluidos en la sala de hemodiálisis de la CSS. A pesar que Endara fue multado por leer un libro durante la audiencia, resultó absuelto en este proceso.
Los otros tres juicios involucran a presidentes en ejercicio y por tanto fueron realizados por la Asamblea Nacional.
En mayo de 1951, la Asamblea se declaró en sesiones judiciales y –a la par que se derrocaba a Arnulfo Arias por la fuerza– lo juzgaba por extralimitación de funciones, lo destituía como Presidente de la República e inhabilitaba para volver a ejercer cargos públicos, aunque fue rehabilitado en la década de 1960.
En enero de 1955, luego del asesinato del presidente José Antonio Remón Cantera, la Asamblea separó del cargo al primer vicepresidente José Ramón Guizado, y luego lo juzgó como supuesto autor intelectual del magnicidio.
Cuando ya había terminado su período en la Presidencia, se juzgó a Rubén Miró, supuesto autor material del crimen, por lo que se liberó a Guizado de su condena.
Finalmente, en mayo de 1968 la Asamblea juzgó y condenó al presidente Marco A. Robles por actos de coacción electoral. Aunque Robles fue destituido por la Asamblea, la Guardia Nacional intervino e impidió llevar a cabo la condena, por lo que terminó su período presidencial y se impuso el candidato opositor de ese entonces, Arnulfo Arias, quien tomó posesión el 1 de octubre de 1968, y 11 días después fue derrocado por los militares.