Los funcionarios del Grupo de Apoyo al Servicio (GAS) de la Policía Nacional Joel Rodríguez y Maikol González aceptaron ayer haber arrojado las dos bombas lacrimógenas que provocaron el incendio registrado el pasado 9 de enero dentro de la celda 6 del Centro de Cumplimiento de Tocumen, en el que se quemaron siete adolescentes, de los cuales cinco murieron.
Las versiones dadas por Rodríguez y González, en el marco de la reconstrucción de los hechos que realiza la Fiscalía Primera Superior, coinciden en que fue el subcomisionado Luis Ortega, jefe de la Zona Metropolitana Este, quien les ordenó que arrojaran las bombas, pero que no golpearan a los menores.
Los dos agentes también indicaron que el subteniente Ernesto Blake y el comisionado Ortega estaban en la parte trasera del centro y presenciaron cuando se registró el incendio.
La diligencia prosigue durante el día de hoy y se espera la comparecencia del subcomisionado Ortega.
