Policías imputados guardan silencio

Policías imputados guardan silencio


Los dos agentes indagados la noche del pasado viernes por su vinculación con el incendio de hace una semana en el Centro de Cumplimiento de Menores, en Tocumen, se negaron a dar su versión de los hechos.

Los hechos han dejado un saldo de tres muertos, cuatro jóvenes quemados, otros tres con heridas de perdigón y seis más con lesiones en muñecas o antebrazos.

Luis Ortega y Ernesto Blake, jefes de la Zona Policial de Tocumen y de la seguridad perimetral del Centro, respectivamente, dijeron en el despacho del fiscal auxiliar Dimas Guevara que no declararán hasta que sus abogados defensores revisen el expediente.

Se acordó que mañana lunes ampliarán su indagatoria.

Guevara les prohibió salir del lugar donde prestan “servicios administrativos”, sin su autorización.

Pese a que enfrentan cargos por homicidio, no fueron detenidos preventivamente ni suspendidos temporalmente del cargo. La Ley 74 de 2010 (antes Ley 30) prohíbe tomar alguna de estas acciones en contra de los miembros de la fuerza pública, “hasta que concluya el proceso”.

Hasta ahora, solo Blake ha sido “separado” de sus funciones por la Policía.

El fiscal también tomará declaración jurada a 31 policías, tres custodios y un supervisor del Sistema Penitenciario que estaban de turno en el Centro de Cumplimiento, el día del incendio.

La ministra de Gobierno, Roxana Méndez, dijo que ha revisado todas las tomas difundidas en televisión, y sostiene que en esas imágenes “no aparece ni un custodio”.

Señaló que no separará ni destituirá a nadie, hasta que concluyan las investigaciones. Por lo pronto, los tres custodios y el supervisor han sido “trasladados” del Centro, “para no entorpecer las investigaciones”.

La ministra agregó que la directora del Centro, Iris Cedeño, quien presentó la denuncia el mismo día del incendio ante la Fiscalía Auxiliar, ya rindió declaración jurada y la ampliación de esta el pasado miércoles.

El pabellón incendiado ya fue limpiado y las visitas fueron reanudadas el pasado viernes.

Se supone que en cada celda debe haber seis reclusos; en la que se incendió había siete. El séptimo era Eric Alexis Batista, uno de los tres quemados fallecidos esta semana.

Batista tenía que haber estado en la celda dos y no en la seis, que fue la que se prendió. El Ministerio de Gobierno investiga por qué no estaba donde le correspondía.

En cada celda debe haber seis reclusos, pero en la que incendió había siete.

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