El ex campeón mundial de boxeo Vicente El Loco Mosquera enfrenta desde ayer su combate más difícil. En esta ocasión, el escenario no es un tinglado sino un tribunal y los guantes son unos grilletes. Esta pelea no es ante una gradería, sino frente a un jurado de conciencia de seis mujeres y dos hombres, que decidirá si es culpable o no de un homicidio ocurrido hace tres años.
La sala de audiencias del Segundo Tribunal de Justicia –que presidió el magistrado suplente Enrique Mon– estaba más concurrida que de costumbre. Los asistentes eran, en su mayoría, boxeadores y entrenadores. Además, familiares de Mosquera, del otro imputado Enrique Beltrán y de la víctima, Antonio Trejos.
El fiscal cuarto, Dimas Guevara, anunció que presentará nueve testigos que señalan a Mosquera y Beltrán como los responsables de la muerte de Trejos, que recibió un balazo el 3 de septiembre de 2006, en medio de una riña en un balneario en Puerto Caimito. El arma homicida nunca apareció.
Anselmo Guerra, defensor de Mosquera, dijo que los testigos no son creíbles, ya que casi todos son parientes de la víctima.
Guerra dijo que su cliente aceptó que el día de los hechos hizo unos disparos, pero que fueron al aire y con la única intención de salir con vida de la riña.
Por este caso fue sobreseído el también boxeador José Maco Arboleda, quien falleció la semana pasada en un accidente de tránsito.