De Prolasusa a Prolacsa, la empresa del ministro Pérez

De Prolasusa a Prolacsa, la empresa del ministro Pérez


La empresa del actual ministro de Desarrollo Agropecuario, Víctor Pérez, tiene un pasado marcado por una participación cuestionable en una empresa mixta, que generó un levantamiento estudiantil en el Instituto Nacional de Agricultura (INA) –a finales de la década de 1980–, para recuperar una valiosa estructura industrial que le pertenecía al Estado y por la cual el centro de enseñanza agrícola no recibía casi beneficio.

Se trató de un negocio que empezó en 1975, como un mecanismo de capacitación para los estudiantes del INA. En 1974, la Agencia del Gobierno de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) le donó a Panamá una planta de procesamiento de productos lácteos, la más moderna en ese tiempo.

Para ponerla en uso, el ministro de Agricultura en ese momento, el coronel Rubén Darío Paredes, planteó la creación de una empresa mixta llamada Productos Lácteos Superiores S.A. (Prolasusa), y le otorgó de manera gratuita el 49% de las acciones a Víctor Pérez, a cambio de que pusiera en operación la planta y diera capacitación a los estudiantes del INA.

“Fue una orden del ministro Paredes para que le entregaran eso a ellos; los estudiantes no tuvieron ningún tipo de participación”, indicó José Forgati, actual dirigente de la Asociación Nacional de Egresados del INA.

El negocio funcionaba así: Prolasusa recibía del INA 51 mil dólares para gastos mensuales de energía, agua y personal; además le daba la infraestructura, afirmó el director del centro de enseñanza en ese momento, Mario Castillo.

Entre 1987 y 1989 se emprendió una lucha estudiantil –apoyada por funcionarios del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida)– para sacar a Pérez y recuperar la planta que producía leche pasteurizada, quesos, helado y yogur.

Para ese momento, Pérez había pasado a tener el 51% de Prolasusa (no hay registros de cómo se invirtió el dominio accionario de la empresa). A pesar de ello se emprendieron acciones para que el Estado adquiriera la parte que se había entregado a Pérez.

Castillo afirmó que la cifra pactada fue de 45 mil dólares, pero la negociación fracasó, ya que de un día para otro Pérez pedía 95 mil dólares. “Lo importante era que ellos [la familia Pérez] salieran de la planta, pero la cifra nueva que pedían no la podíamos pagar”, comentó Castillo.

Durante 13 años de administración, Prolasusa siempre reportó pérdidas. Solo en 1987, cuando empezaban las protestas, reportó una ganancia de 6 mil dólares. “Era algo insensato. El INA nunca se favoreció de esto”, aseguró el ex director de la institución que luchó por la recuperación de la planta de lácteos.

La puja por el negocio acabó en 1990, cuando la Contraloría –a cargo de Rubén Darío Carles– ordenó una auditoría en Prolasusa (de los primeros seis meses de 1989), y halló irregularidades.

Tras la amenaza de revisar su administración, Pérez aceptó salir voluntariamente de la empresa y solo pidió la oportunidad de adquirir los equipos que fueron comprados durante la operación de la planta. Él y su hermano compitieron por los equipos: Frank Omar (quien fue ministro del Mida en 1982-83) ofreció 25 mil, y Víctor propuso 30 mil dólares.

Pero la auditoría continuó su curso. De acuerdo con el informe oficial al que tuvo acceso este diario, Víctor Pérez, mientras administraba Prolasusa, creó la empresa Vimapesa que funcionaba como intermediaria entre la planta de Prolasusa, productores, clientes y proveedores. Vimapesa, 100% de Pérez, se quedaba con el 3% de las cuentas que cobraba a nombre de Prolasusa.

En el período auditado, la Contraloría descubrió que Vimapesa cobró 204 mil 691 dólares, y reportó una comisión de 6 mil 140 dólares. “Se puede observar que el señor Pérez cobraba determinada suma y la fraccionaba en diferentes fechas, a través de cheques con valores B/00.00”, detalla la auditoría.

Luego de la salida de Pérez, la empresa generó utilidades por 103 mil 454 dólares en el segundo semestre de 1989, período en el cual la administración pasó a manos del INA bajo la figura de Cooperativa de Producción Central Lechera.

Víctor Pérez, en tanto, montó su propia procesadora de lácteos en las cercanías del INA con el nombre de Productos Lácteos San Antonio (Prolacsa), y mantuvo la marca “Superior”.

Los resultados de la auditoría reposan en el archivo de la Contraloría, y nunca se aplicaron correctivos.

Hoy, Pérez es ministro de Desarrollo Agropecuario y su asesor principal es el general retirado Rubén Darío Paredes, quien en 1975 lo benefició con el 49% de las acciones de Prolasusa.

Pérez: ‘la planta estaba en desuso’El ministro de Desarrollo Agropecuario, Víctor Pérez, reconoció que sí operó un equipo del Estado que se entregó a una empresa mixta (Prolasusa) que se creó cuando uno de sus asesores, Rubén Darío Paredes, fue ministro de Agricultura. “Me extraña que estén escribiendo algo sobre una empresa que realmente rindió cuentas como debe ser y que hizo todo por vías de la ley”, dijo. Según Pérez, él logró quedarse con el 51% porque se hizo responsable de conseguir el financiamiento para que la empresa se pudiera sostener.

Además, enfatizó que se trataba de una planta de lácteos que estaba en desuso, y negó haber comprado parte del equipo que quedó cuando se disolvió la empresa. “Estas cosas vienen por otro lado. No he arrendado ninguna finca del Estado a un particular sin cobrar un centavo, ni tampoco me salté resueltos que ordenaban que esa finca pasara a otra institución del Estado. Lo que he hecho es hacer las cosas bien y puedo rendir cuentas por mis cosas, aunque sean de 30 años atrás”, dijo Pérez, quien insinuó un trasfondo político en el asunto.

Este diario intentó comunicarse con Paredes, pero se informó que está de viaje. Sin embargo, en un artículo de opinión publicado recientemente, Paredes dijo: “convencido estoy que de repetirse aquella situación, actuaría de manera similar”. Así respondía a cuestionamientos de un diputado de gobierno sobre el tema.

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