Han pasado 11 días desde que se instaló la mesa de diálogo para la revisión de la Ley 30, y los sindicalistas ya advierten que a pesar del discurso del Gobierno todo indica que no habrá acuerdos.
Los sindicatos –los mismos que han anunciado estar dispuestos a volver a pelear en la calle por la derogatoria de la ley– anunciaron ayer que no se presentarán a la mesa el lunes si el presidente, Ricardo Martinelli, no se reúne antes con ellos. Además, cuestionaron la propaganda que circula en los medios, por los mensajes descalificadores que contra ellos y la sociedad civil organizada se exponen.
El presidente del Comité Ecuménico de Panamá, Pablo Morales, también pidió al Gobierno que suspenda la propaganda oficial a favor de la Ley 30, para evitar que el diálogo se rompa.
Morales, quien representa a los grupos religiosos en la mesa, dijo que si el Gobierno quiere defender la ley, lo debe hacer a través de sus voceros en ese foro nacional; que hacer propaganda en este momento crea confusión, porque por un lado se dice que hay intención de diálogo y por el otro se toman acciones que llevan a pensar que no se quieren acuerdos.
Rafael Chavarría, del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados, opina igual. Afirma que las cuñas, además de promover las supuestas bondades de la ley, contienen mensajes que descalifican a los sindicatos.
No se pudo obtener una reacción del viceministro de Trabajo, Luis Ernesto Carles.
VEA Mesa de diálogo se estremece