Desde que la Asamblea Nacional aprobó el jueves en tercer debate el proyecto que reforma el Código Minero, se han registrado protestas en diferentes provincias. La petición que se repetía en todas partes era que el presidente, Ricardo Martinelli, vetara el proyecto.
La petición no fue escuchada por el mandatario, quien anoche sancionó lo aprobado por la Asamblea.
En Veraguas, educadores, indígenas y campesinos realizaron una marcha en rechazo a la ley. También cerraron la vía por 30 minutos frente a la Gobernación.
En Colón, los obreros cerraron la vía a la altura de la comunidad Los Lagos, en el corregimiento de Cristóbal.
El centro de las manifestaciones ha sido Hato Chamí, en la comarca Ngäbe Buglé, donde los indígenas se han tomado las calles. Incluso ayer, enardecidos, retuvieron a un funcionario.
Durante una reunión realizada ayer con los indígenas, el viceministro de Trabajo, Luis Ernesto Carles, fue abucheado. Los indígenas lo cuestionaron por querer dialogar, después de la aprobación del proyecto.
Carles negó estas versiones y aseguró que los indígenas con los que se reunió están a favor de la ley.
El funcionario tiene previsto reunirse hoy con las autoridades comarcales en Quebrada de Guabo, pero la rápida sanción presidencial podría cambiar la situación.
La mayoría de los indígenas del área adversan con indignación el proyecto. Rogelio Montezuma, dirigente indígena, lo califica como “ley de la muerte”.
“Después de esa reunión decidiremos si vamos a las calles”, agregó Benicio Cases, cacique interino de la comarca Ngäbe Buglé.
Con información de Isidro Rodríguez, Yaritza Mojica, Migdalia Grinard, Flor Bocharel y Víctor Rodríguez