El director de Plantas del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), Rodrigo Barragán, informó ayer que el racionamiento del servicio de agua potable continuará por un tiempo indeterminado, hasta que disminuya la turbiedad del lago Alajuela.
“El lago sigue turbio. Esta madrugada [de domingo] hubo 400 unidades de turbiedad y luego pasamos a 364 unidades”, detalló el funcionario, quien reiteró que el máximo de turbiedad del agua cruda que recibe la planta siempre había sido de cinco unidades.
El lago Alajuela es la principal fuente de agua del Idaan, ya que de allí proviene el líquido que se procesa en la planta potabilizadora de Chilibre. La planta, a su vez, provee de agua potable a casi la mitad de la población del país, estimada en 3.3 millones de personas.
El funcionario detalló que los problemas con la planta empezaron el 8 de diciembre, el mismo día que el Canal de Panamá tuvo que suspender el tránsito -por 17 horas-.
“A las 10:00 a.m. del 8 de diciembre empezaron los problemas en la planta, y ese mismo día comenzó el desabastecimiento en algunos sectores”, contó Barragán.
Desde entonces, 23 funcionarios se turnan para cerciorarse de que los lodos que llegan con el agua cruda no afecten aún más la producción, que ahora es del 67%.
Cuestionado sobre si el exceso de lodo podría perjudicar la planta, Barragán explicó que precisamente por eso se mantiene personal allí las 24 horas, que periódicamente ingresa a la planta para lavarla con mangueras de alta presión.
Informes del servicio de Hidrometeorología de la Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A., informan, por su lado, que las lluvias continuarán aunque de forma más intermitente.
“Para los próximos 15 días hay probabilidades de que se mantenga la constante de tres días secos y uno lluvioso; posiblemente hasta la primera semana de enero”, detalló Felipe Alvarado, meteorólogo pronosticador de turno de Etesa.
