Demetrio Jimmy Papadimitriu, exministro de la Presidencia del gobierno pasado, en su declaración jurada del pasado 11 de noviembre, reveló que la millonaria compra de radares que en este momento investiga el Ministerio Público se debió a presiones de Italia que exigió beneficios, a cambio de la donación de lanchas patrulleras.
“Esto era un proyecto del presidente Silvio Berlusconi, quien nos iba a donar patrulleras a cambio de 200 millones o 280 millones de euros, ahora mismo no recuerdo la cifra. (...) nosotros íbamos a comprar unos helicópteros, pero el Presidente [Ricardo Martinelli] entró en negociación con Italia, que a cambio de patrulleras le íbamos a comprar productos. Así se compran los AgustaWestland (...) un tal Valter Lavítola, dijo que su ministro de Finanzas en Italia estaba presionando a Berlusconi por haber donado a Panamá seis patrulleras a cambio de nada, y dijo que para no perjudicar a Berlusconi había que equiparar el monto de la donación con la compra que se iba a hacer”, manifestó el exfuncionario.
Papadimitriu, de acuerdo con la declaración jurada a la que tuvo acceso este diario, dijo además que varios ministros habían objetado la compra de radares, e incluso se contempló posponer el tema en el Gabinete, pero que el propio Ricardo Martinelli afirmó que había que proceder con la votación. “Por no llevar la contraria al presidente Martinelli, todo el mundo votó a favor de la negociación esta”, contó.
La donación de Italia fue cuestionada además porque para entonces Panamá no era sujeta a este tipo de ayudas de los países, debido a que ya había alcanzado el desarrollo social y por su crecimiento económico.
La Fiscalía Tercera Anticorrupción, por este caso detuvo preventivamente al exministro de Seguridad José R. Mulino.
RADARES, HISTORIA DE UN CHANTAJE
“Quien decidía qué iba a tocarse en el Consejo de Gabinete era el mismo Presidente. Quien tomaba la batuta posterior a eso era el Presidente de la República”. Fueron algunas de las primeras respuestas que dio el exministro de la Presidencia Demetrio Jimmy Papadimitriu al Ministerio Público el pasado 11 de noviembre, cuando rindió declaración jurada en medio de las pesquisas que sigue la Fiscalía Tercera Anticorrupción por presuntas irregularidades en la compra de 19 radares durante el gobierno pasado, proceso con el que se ordenó la detención del exministro de Seguridad Pública José Raúl Mulino.
El caso también alcanza al exviceministro de Seguridad Pública Alejandro Garuz, consuegro del expresidente Ricardo Martinelli, a quien se le imputó cargos por la supuesta comisión de delitos contra la administración pública.
A MARTINELLI
“El presidente es el que por modalidad tiene la palabra final sobre un tema”, insistió el exministro ante la fiscal Zuleyka Moore, a cargo del caso. De esta manera, una vez más, Papadimitriu pone el dedo acusador en el expresidente Ricardo Martinelli, a quien acompañó en sus dos campañas políticas para alcanzar la Presidencia de la República.
Consultado sobre si el contrato DA-043-2010, con el que se adquirieron los radares a la empresa Selex –filial de Finmeccanica– fue sometido a consideración del Gabinete, el exfuncionario respondió: “La verdad, no recuerdo. Estos contratos no se llevan a aprobación al Gabinete, se le da al ministro la potestad para que negocie el contrato en base a unos parámetros. No recuerdo que [José Raúl] Mulino llevara el tema de los radares al Gabinete”.
PATRULLERAS Y RADARES
Más adelante dio detalles sobre el polémico nexo Ricardo Martinelli-Silvio Berlusconi, el ex primer ministro italiano.
“Esto era un proyecto del presidente Silvio Berlusconi, quien nos iba donar patrulleras a cambio de 200 millones o 280 millones de euros, ahora mismo no recuerdo la cifra [...] Quiero indicar que nosotros íbamos a comprar unos helicópteros, pero el Presidente [Martinelli] entró en negociación con Italia, que, a cambio de patrulleras, le íbamos a comprar productos. Así se compran los [helicópteros] AgustaWestland [...] luego un tal Valter Lavítola dijo que su ministro de Finanzas en Italia estaba presionando a Berlusconi por haber donado a Panamá seis patrulleras a cambio de nada, y dijo que, para no perjudicar a Berlusconi, había que equiparar el monto de la donación con la compra que se iba a hacer”.
Así consta en la declaración jurada de Papadimitriu ante la Fiscalía Tercera Anticorrupción, a la que tuvo acceso este medio. En esa diligencia también estuvieron Ramsés Barrera, abogado de Mulino, y Cristóbal Arboleda, defensor de Garuz.
Al testigo le pidieron detalles sobre la visita de Berlusconi a Panamá [en junio de 2010] y sobre la agenda de esa gira. Respondió que el entonces gobernante italiano vino a la ceremonia a propósito de las obras de expansión del Canal de Panamá y que también vinieron otros personajes, como el exmandatario colombiano Álvaro Uribe.
“Yo me imagino que todo eso se hizo a través de la Cancillería”, narró cuando le dio información sobre los pormenores de la gira del ex primer ministro italiano.
Y reiteró: Lo de los radares “básicamente fue una negociación entre Ricardo Martinelli y Silvio Berlusconi. Posteriormente, Berlusconi utiliza a su interlocutor, que era Valter Lavítola, para informarle al presidente Martinelli que el ministro de Finanzas de Italia, por haber dado las lanchas a Panamá sin recibir nada a cambio, estaba cuestionando a Berlusconi”.
NO ESTUVIERON DE ACUERDO
¿Sabe por qué algunos ministros no estuvieron de acuerdo con el tema de la equiparación de las adquisiciones con la donación?
Papadimitriu respondió: “Se sentía que existía una necesidad en materia de seguridad, que era la compra de helicópteros, pero la compra más allá de los helicópteros no era el objetivo. Era como si Italia nos donaba de voluntad, y de repente, por medio de Valter Lavítola, y por las supuestas presiones del Ministerio de Finanzas de Italia, había que acceder a comprar otras cosas, entre las que se encontraban los radares”.
La fiscal también lo interrogó sobre si la adquisición de los radares estuvo sujeta a un estudio de factibilidad. El exministro le dijo que no recordaba, que no creía que “Belsito” [Belsio González, director del Servicio Nacional Aeronaval] fuera a hablar de los radares al Gabinete. “No recuerdo”.
Posteriormente, el Ministerio Público le cedió la palabra a la defensa del exministro José Raúl Mulino, específicamente a Ramsés Barrera, quien le hizo varias preguntas al extitular de la Presidencia.
Por ejemplo, le consultó sobre si, de acuerdo con la Resolución No. 113 –con la que se autorizó la compra de los radares a la empresa Selex– Mulino tenía posibilidad de celebrar contratación con otra empresa.
Papadimitriu le respondió que esa empresa, Selex Sistemi Integri, nunca estuvo en el Gabinete. “Que yo recuerde, ni vimos quienes eran esas personas. Nosotros lo que le dimos fue un voto de confianza al ministro para negociar el tema de la compra de radares”, sostuvo.
A continuación, le consultó si algún ministro había objetado la resolución que avaló la transacción con Italia. “Sí habían ministros que tenían reservas sobre la compra de radares, pero, no sobre la compra de helicópteros. No me acuerdo si esas objeciones se dieron en la mesa del Gabinete. A mí se me acercaron ministros a comunicarme que sentían que esto estaba demasiado apresurado. Creo que se iba a tratar de posponer y el Presidente [Martinelli] fue el que dio la orden que se tenía que proceder con la votación”.
Consultado sobre las revelaciones de Papadimitriu, el abogado Rogelio Cruz, del equipo de defensa de Martinelli, manifestó que esas declaraciones son contrarias a lo que ha dicho Mulino, de que fue el hoy presidente Juan Carlos Varela –cuando era canciller del gobierno de Martinelli– el que negoció la compra de radares. “Entonces, ahí lo que procede es que la fiscal ordene un careo entre Mulino y Papadimitriu, porque hay una contradicción entre lo que dice un imputado [Mulino] y un testigo [Papadimitriu]”, agregó.
EL CASO
Selex recibió pagos por parte del Gobierno panameño por el orden de $68.3 millones. El dinero se gestionó el 29 de julio de 2014 y el 7 de agosto de ese mismo año por Mulino y la excontralora Gioconda Torres de Bianchini.
Así consta en documentos aportados por el Ministerio de Economía y Finanzas a la Fiscalía Tercera Anticorrupción. Los desembolsos que autorizó el exministro de Seguridad son parte de los argumentos en los que se apoya la fiscal Moore para acreditarle la supuesta comisión del delito de peculado y la orden de detención preventiva.
El Ministerio Público no considera justificable los pagos que se le hicieron a Selex, dado que los radares instalados no cumplían con las especificaciones del contrato firmado en 2010.
Nunca captaron las lanchas rápidas que transportan drogas por mar, porque fueron diseñados para rastrear barcos más grandes, como buques. En su momento, Mulino minimizó el asunto diciendo que solo tenían un problema de “calibración”.
En comunicados públicos ha reiterado que, por los pagos, no lo pueden señalar de la supuesta comisión del delito de peculado. Dijo que los pagos se hicieron efectivos en la gestión de su sucesor, Rodolfo Aguilera.
Su familia, amigos, y copartidarios del partido Cambio Democrático, colectivo fundado y dirigido por Martinelli, han cuestionado las acciones del Ministerio Público con vigilias y en los medios de comunicación. Alegan que tanto Mulino como Garuz son inocentes y que la medida que tomó la Fiscalía Tercera Anticorrupción [detención preventiva] es muy severa.
(Con información de Olmedo Rodríguez).