Eran 30 ó 40 molinos que el ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha había confundido con grandes gigantes en batalla.
Esos mismos molinos, de la época que recrea Miguel de Cervantes en su obra maestra El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha, utilizaban el viento como energía aprovechable.
Se trata de la energía eólica, que hoy vuelve a ponerse de moda para mover molinos gigantes.
Esta ha sido utilizada desde la antigüedad para impulsar barcos de vela o hacer funcionar la maquinaria de los molinos, mucho antes que se utilizara la energía producida por combustibles fósiles.
La mayor cantidad de energía que se produce en el país proviene de los derivados del petróleo (85.4%), que además causan contaminación. Por ello se hace necesario el desarrollo de la llamada energía “verde”.
En Panamá apenas se está en pañales en este sentido, pese a que el Estado ha impulsado su desarrollo.
La Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (Asep) tiene un listado de 25 proyectos que se encuentran en trámite y apenas dos de estos ya cuentan con la licencia definitiva.
Por ejemplo, los dos proyectos de la empresa Fersa Panamá, S.A., que ya están aprobados, producirán 330 megavatios de energía en la provincia de Coclé y estarán listos entre 2011 y 2012.
Otros también han visto un potencial de desarrollo energético. Roberto Moreno, de la empresa Santa Fe Energy, mira con buenos ojos la actividad.
Cuenta que todo el proceso de aprobación está avanzando bien, y espera que esta semana haya una respuesta sobre el desarrollo del parque eólico en Santa Fe de Veraguas, que generará 80 megavatios de energía. “Iniciaremos la construcción este año, es una energía limpia, no contaminante”, dice.
Para Eduardo Vallarino, de la Asociación Nacional de Productores panameños de Energía Renovable, la energía eólica tiene un gran potencial, pero apuesta a que también se pueda impulsar la energía hidráulica y solar, donde se tienen mayores posibilidades de desarrollo.