Los internos de cuatro pabellones de la cárcel La Joya pusieron ayer fin a dos días de huelga de hambre, luego de que Luis Donadío, director del Sistema Penitenciario, les prometiera que sería “reconsiderada” una orden para restringir las visitas a una vez por mes.
La orden fue dictada el pasado lunes por José Mulino, ministro de Gobierno y Justicia, y ese mismo día los internos renunciaron a sus alimentos como protesta.
Como no pasaba nada, ayer los huelguistas rompieron los candados de sus celdas, se tomaron el patio y quemaron colchones.
Mientras eso sucedía, Holanda Polo, que ahora dirige la Fundación de Apoyo al Detenido, puso una queja en la Defensoría del Pueblo. Recordó que, por ley, los reos tienen derecho a comunicarse con sus familiares y amigos una vez a la semana.
Mulino restringió las visitas alegando que los familiares introducían objetos peligrosos a las prisiones.