La creación de las llamadas "estructuras de trabajo comunitario (ETC)" del Partido Revolucionario Democrático (PRD), como parte de la hoja de ruta para las elecciones generales de 2019, ha provocado fricciones entre miembros de la cúpula del colectivo político.
La corriente de Benicio Robinson, presidente del PRD, no está del todo convencido con esta estrategia política. Apoyado por Crispiano Adames, cuarto subsecretario, Robinson votó en contra de la resolución N.20 emitida por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, el 3 de octubre pasado.
Dicha resolución sí logró el apoyo de 5 de los 10 miembros que integran el CEN, entre ellos, el secretario general Pedro Miguel González.
Estas llamadas estructuras de trabajo -de acuerdo con un comunicado emitido por el partido esta semana- representan “un avance importante en la organización territorial del partido y es parte del rescate de los principios torrijistas que dieron origen al PRD”.
El paso siguiente, después de aprobada esta resolución que busca constituir estas estructuras locales, era su reglamentación.
Sin embargo, el 5 de octubre, Robinson anunció sorpresivamente que el Consejo Directivo Nacional (CDN) había suspendido temporalmente la resolución N.20.
González no demoró en reaccionar. Dijo a La Prensa que todo “se trata de una mala interpretación”.
Explicó que el CDN no tiene la facultad para suspender una resolución del CEN.
“Lo que se suspendió, para una posterior reunión, fue el debate sobre el reglamento para la constitución de las estructuras de trabajo comunitario. Dicho debate se retomará en una próxima reunión del CDN”, dijo.
De acuerdo con el secretario general del partido, la creación de dichas estructuras, “que están concebidas en el estatuto del partido desde 2001, nada tiene que ver con la decisión de reformar o no el estatuto en un próximo congreso del partido, así como con la convocatoria a elecciones primarias. Son temas separados. Alguna gente equivocadamente los han confundido”.