Antes de que lo hicieran los gremios periodísticos locales, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se pronunció ayer en contra de la acción de la diputada oficialista Dalia Bernal, de impulsar una iniciativa para reactivar la junta de autorregulación para controlar la programación de los canales de televisión.
En un extenso comunicado, el presidente de la SIP, Alejandro Aguirre, dijo estar sorprendido con la propuesta “que muestra una interferencia y avance gubernamental preocupante sobre los criterios editoriales y la independencia que deben mantener los medios de comunicación frente al poder público”.
Aguirre dijo, además, que no están en contra de la aplicación y promoción de los valores éticos en la tarea periodística, sin embargo, aduce que no pueden aceptar que esos valores sean impuestos por el Gobierno o por cualquier otra disciplina fuera del periodismo.
Robert Rivard, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información del organismo, también alzó su voz de protesta. Aseguró que el “avance del Estado en materia de ética periodística, es simplemente un retroceso en materia de libertad de prensa”. Recordó la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión que en uno de sus artículos establece que “la actividad periodística debe regirse por conductas éticas, las cuales en ningún caso pueden ser impuestas por los Estados”.
El debate sobre la autorregulación se reactivó debido a unas declaraciones del presidente, Ricardo Martinelli, quien calificó los noticieros de televisión como “rojos y de pacotilla” y aseguró que son responsables de la imagen de inseguridad que ahuyenta la inversión.
En ese contexto, la diputada Bernal impulsó una resolución para reactivar una “junta de censura”, lo cual luego fue cambiado a junta consultiva de autorregulación.
Bernal dijo que no insistirá en que la Asamblea impulse la autorregulación debido a un acuerdo con las televisoras. No obstante, planteó que la autorregulación también debe alcanzar a la radio y la prensa escrita.