Hugo Sánchez Reina fue presidente de Edificaciones Portobelo, S.A. hasta noviembre pasado. Además de dignatario, supuestamente estaba encargado de la “contabilidad”. Cuando iba al banco a retirar la chequera de la empresa, lo único que hacía era estampar su firma en todo el talonario. El resto de los espacios los dejaba en blanco. Luego, le entregaba la chequera completa a Jaime Salas.
Rubén Darío Pérez González, actual tesorero de la sociedad, contó que él también rubricaba los cheques en blanco. Nunca firmó un cheque lleno. Los espacios en blanco los completaba Jaime Salas.
Edgardo Araúz De León es capataz de Edificaciones Portobelo, pero es el propietario de una flamante flota vehicular, que incluye un BMW X5 y una camioneta Toyota Fortuner. Pero resulta que el BMW lo conduce Salas, y la Fortuner, la canceló con un cheque que éste le dio, por 23 mil 500 dólares, como “bonificación”.
Los tres le contaron al fiscal especializado contra la Delincuencia Organizada, José Ayú Prado, que trabajan para Salas y que pese a sus condiciones de presidente, tesorero y capataz, nunca manejaron la empresa. Fue de ese modo que el fiscal los identificó como “testaferros” del ex ingeniero municipal.
Ninguno precisó si cobró algo por “prestar” sus nombres a Salas. El capataz dijo que recibía un salario de 900 dólares mensuales; Sánchez Reina también, de $250.