Tres meses y medio después de la gran derrota del Partido Revolucionario Democrático (PRD) en las elecciones del 3 de mayo, los dos principales líderes de este colectivo, Martín Torrijos y Balbina Herrera, aludieron veladamente ayer a la posibilidad de renunciar a sus cargos en el Comité Ejecutivo Nacional, para buscar la unidad del partido.
“Prefiero un repliegue táctico de mi cargo como secretario general, que una entrega estratégica del torrijismo a quienes pretendan destruirlo”, dijo el ex presidente de la República y secretario general del PRD.
“La unidad y la reorganización del partido están por encima de nuestros cargos, y debe haber desprendimiento en cada uno de nosotros”, fue el alegato de Herrera.
Por su parte Ernesto Pérez Badallares, uno de los más duros críticos de la actual dirigencia del PRD y quien no se había acercado a Torrijos en 10 años, se sumó ayer para criticar al gobierno. Por primera vez alabó la pasada gestión de Torrijos e hizo un llamado a la unidad de su partido.
Todo sucedió en un evento que duró dos horas en la sede del PRD en la Avenida México, a donde acudieron los perredistas a firmar el libro de la “unidad torrijista”.
Los ausentes del CEN fueron Rodrigo Díaz y Belgis Castro.
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