Los monitoreos de movimientos sísmicos o volcánicos que se hacen con la Red Sísmica del Volcán Barú del Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá no son de acceso público.
Aunque la red tiene 11 estaciones permanentes y una temporal en la zona del volcán, los registros más recientes son del pasado 19 de mayo, y corresponden a la lectura de solo cuatro estaciones permanentes. Peor aún, hay dos estaciones permanentes que registran información tan vieja como de julio y agosto de 2008. La estación temporal, por su parte, registra datos del pasado 20 de marzo.
En otras palabras, no hay información sísmica en tiempo real a la que el público pueda acceder, situación que le preocupa al sismólogo Jaime Toral y a Johnny Bennett, ex presidente de la Asociación de Ejecutivos de Empresas y aficionado a la geofísica.
A juicio de Toral, los registros de las estaciones deben ser continuos, durante las 24 horas del día, más aún cuando se trata de un volcán dormido, pero con un potencial peligroso. “Las señales que muestran son de mala calidad y no tienen ningún valor científico vulcanológico”, dijo Toral.
Pero no es todo. Toral explicó que gran parte de las señales registradas en la página web de la red demuestran que los lugares donde están las estaciones no son los más apropiados, pues están saturados de ruido de personas y de automóviles.
Para Bennett es un tema de transparencia; se trata de datos, dijo, que deben estar al alcance del público.
Frente a estos señalamientos, el director del Instituto de Geociencias, Eduardo Camacho, señaló que el problema se debe a la falta de personal para actualizar la información. En estos momentos trabajan seis personas y se requieren dos más.
Explicó que los monitoreos se realizan constantemente y que la información está disponible en el Instituto. “Si alguien desea la información puede solicitarla, a través de una carta”, dijo.
Bennett y Toral coinciden en que el tema es delicado porque se trata de monitorear el volcán Barú. En 2007, el servicio de Geología de los Estados Unidos realizó un estudio en el volcán y lo consideró “potencialmente activo”.
Un vistazo a la web del país vecinoHasta el pasado viernes 4 de junio -y según información del sitio web del Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá- en el país se habían registrado 15 movimientos sísmicos, de los cuales siete se produjeron en la zona fronteriza entre Panamá y Costa Rica.
A diferencia de esta página web, en la del Instituto de Investigación y Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (www.ovsicori.una.ac.cr) no sólo hay datos sobre los sismos, sino que presentan el informe mensual y la información de los monitoreos en tiempo real.
La misión del Instituto, de acuerdo con su página web, es la vigilancia sísmica y volcánica para documentar, analizar e interpretar esos procesos, y divulgar ese conocimiento para contribuir con la sociedad en la prevención de riesgos y mitigación de los desastres que generan.