Las improvisadas y precarias casas de quienes hicieron su hogar en un lugar conocido como San Francisco, en el corregimiento de Pacora, sufrieron el pasado jueves los embates del invierno panameño.
Pero lo sucedido no es la única mala noticia.
Las autoridades les han informado que están instalados en terreno privado, por lo que deberán abandonarlo.
Por el momento, el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial hace un censo y, junto con la Alcaldía capitalina, entregaba ayer comida y colchones. Daniel Salazar, uno de los vecinos afectados, mira con tristeza lo sucedido en su vivienda después del vendaval.
VEA Las adversidades del precarismo