La Gran Alianza Nacional por Panamá creada inicialmente, el 23 de julio, con 37 gremios de productores, ganaderos, pescadores, comerciantes y de agroindustrias, aumentó la cantidad de sus miembros a 115, este lunes 25 de julio.
Esta alianza, calificada por la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura como un grupo no visto en el país desde hace más de 30 años, fue conformada para exigir que se amplíe la participación en la mesa única de diálogo que se desarrolla desde hace cuatro días en Penonomé, provincia de Coclé.
En ella el Gobierno Nacional y representantes de gremios docentes, sindicales, pueblos originarios y campesinos tratan de consensuar fórmulas para enfrentar el alto costo del combustible, de la vida y la corrupción.
Este lunes, dos días después de conformada la Gran Alianza Nacional por Panamá, 26 organizaciones del país se sumaron para hacer un frente común a acuerdos que se han logrado en la mesa única que tratan sobre la canasta básica y sienten que afectan al sector productivo “que tiene la responsabilidad directa de seguir generando y promoviendo empleos”, señala un comunicado de este grupo.
Las diferentes asociaciones señalan que la mesa única no representa a toda la sociedad panameña. Aseguran que “se trata de un monólogo con agendas ideológicas que no buscan la solución de los problemas reales de la población” y más bien se busca imponer ideas.
Este lunes, un grupo de productores de la Alianza se apersonó a Penonomé para pedir un espacio formal en el diálogo, pero fueron víctimas de agresiones verbales, señala un comunicado.
Los productores manifestaron su preocupación porque en la mesa única “no hay ningún representante de ese sector y aseguraron que aunque consideran que muchas de las demandas son genuinas y favorecen a los panameños no están de acuerdo con que se cambie el modelo económico del país.
Además, exigieron al Gobierno Nacional que las vías bloqueadas en diferentes provincias sean abiertas, ya que se está perjudicando la producción nacional, al pequeño productor y a la economía del país.
Un observador de la Comisión de Justicia y Paz, organismo de la Conferencia Episcopal Panameña, conversó con el grupo que estaba molesto por no ser recibidos.

