En público, los hombres presidenciables del PRD explican que aún no es tiempo para hablar de candidaturas. En privado, sin embargo, dicen otras cosas. Aunque todavía faltan tres largos años para el año 2009, es evidente que son muchos los que ya están pensando en eso. La pelea pública que mantuvieron el ex presidente Ernesto Pérez Balladares y el alcalde Juan Carlos Navarro la semana pasada, se entiende mucho mejor si se mira con el prisma de 2009.
Los nombres
Todo el mundo conoce las aspiraciones presidenciales del alcalde Juan Carlos Navarro. Viene trabajando desde hace tiempo con esa meta. Ya tendría un equipo formado con hombres que llegaron desde la publicidad para trazar las líneas a seguir. Navarro también generó un proyecto astuto y ambicioso que le dio proyección nacional, y una estructura propia y apartidaria: la Asociación de Alcaldes de Panamá. Así se explica tanto viaje al interior, siendo Alcalde de Panamá. Además, siempre se habló de una especie de pacto tácito que Navarro habría cerrado con Martín Torrijos: el Alcalde lo apoyaría en 2004 a cambio de su postulación en 2009.
Lo que viene
Pérez Balladares, a su vez, está decidido a mantener su imagen de hombre todopoderoso de la política panameña. Aunque muchos dudan de que aún lo siga siendo. Su gran desafío es lograr el dominio del PRD en las próximas elecciones internas. Sin el partido, su carrera política parecería condenada al fracaso. Quizá por esa razón no puede permitir que lo critiquen en público. No por nada, en su carta a Navarro, Pérez Balladares también ataca al canciller Samuel Lewis Navarro, primo del Alcalde. Allí dice que ambos querían irse para Solidaridad y que él los convenció de que ingresaran al PRD. Pérez Balladares sabe que los primos Navarro todavía son "cuerpos extraños" en el partido. Y también sabe que pueden ser sus contendientes.
En los pasillos del poder se habla de una inminente salida de Lewis Navarro de Relaciones Exteriores. "Solo falta el anuncio porque Lewis Navarro pasa más tiempo en el Palacio de las Garzas que en la Cancillería", explica una fuente del gobierno que exige no ser citada. Torrijos movería a su Canciller hacia la política interna, buscando darle un protagonismo que hoy no tiene, pero que es imprescindible si quiere competir con hombres mucho mejor posicionados. Lewis Navarro sería la apuesta de la Patria Nueva, que no siente segura su continuidad ni con Navarro ni con la otra gran pre candidata del gobierno, Balbina Herrera. La Ministra de Vivienda, analizan, "jugará para ella". Duda en ser candidata. Sabe que manteniéndose al margen podría, llegado el momento, aprovechar su influencia para volcar la balanza en favor de algún candidato. Eso se llama poder. Herrera solo sería la opción de Torrijos, en el caso de tener que enfrentar a Pérez Balladares puertas adentro del PRD. Vale aclarar que en los últimos gobiernos, los presidentes de turno siempre lograron imponer al candidato de su agrado.
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