No eran ni las 8:00 de la noche del domingo 5 de mayo cuando las luces se apagaban en la sede del cierre de campaña del oficialista José Gabriel Carrizo. Se había escrutado el 69% de las mesas de votación, cuando aceptó su derrota a las 7:55 de la noche.
Carrizo apareció en la sede del Partido Revolucionario Democrático (PRD). Se le veía, visiblemente, quebrado. A ratos, casi a punto de llorar.
Intentaba esconder su debilidad cada vez que interrumpía el inicio de lo que sería su discurso, mientras indicaba que tenía problemas el micrófono. “No nos esperábamos esto, por eso estamos improvisando”, inició.
“Todo parece indicar que el señor José Raúl Mulino ha ganado las elecciones”, dijo, mientras esperaba que el Tribunal Electoral anunciara al virtual ganador de las elecciones generales del país.
La “maquinaria” del PRD, de la que tanto alardeó Carrizo, nunca arrancó.
“No coman cuento (…) vamos a ganar de manera contundente” los comicios. Así decía el también vicepresidente de la República en su cierre de campaña el pasado miércoles 1 de mayo.
El candidato había vaticinado que tendría a su favor una avalancha de votos, y que con ellos haría historia. Prometía algo que no había logrado el PRD. Aspiraba a estar en el poder otro quinquenio.
Los votos lo colocaban en el sexto lugar, de ocho participantes, contando que Melitón Arrocha, que pidió votos para Martín Torrijos. Técnicamente quedó de penúltimo.
Carrizo sí hizo historia. Es el menos votados de su partido en la era democrática. Ya lo había pronosticado Luis Francisco Sánchez Cárdenas, miembro del PRD, cuando sugería que Carrizo tendría resultados similares a los de Juan Carlos Navarro en 2014. Tal pronóstico se quedó corto.
José Gabriel Carrizo:
— La Prensa Panamá (@prensacom) May 6, 2024
"A quien reconozca el Tribunal Electoral nosotros estaremos aceptando esa decisión"
"Estoy seguro que tendrá sus razones (Dios) y las acepto". https://t.co/rLx5Yn2AoO pic.twitter.com/u76fjtJCw8
En aquel entonces, el PRD obtuvo en tercer lugar con un 29.14% de los votos.
Hasta las 10:15 de la noche del domingo 5 de mayo, con el 93% de las mesas escrutadas, Carrizo había logrado 125 mil 412 votos, lo que equivalía al 5.8% de todos los votos escrutados.
Hasta ese momento tenía menos votos que los obtenidos en las primarias de su partido, cuando recibió 198 mil 208 votos.
Carrizo estaba, incluso, detrás de la candidata por la libre postulación, Zulay Rodríguez, quien también milita en el PRD.
De la totalidad de los votos a su favor, el Molirena le aportó 6,833 votos, mientras que el PRD 118 mil 579.
Se leía una debacle. Los votos del PRD fueron ínfimos comparado con la membresía del colectivo, que tiene un poco más de 650 mil adherentes.
“Gaby” Carrizo no recibió apoyo ni siquiera del propio PRD. Tampoco contó con el respaldo de las figuras históricas cuando reconoció su derrota. En ese momento, estuvo acompañado por su círculo íntimo: sus hijos, sus padres y su esposa, Julieta Spiegel de Carrizo.
El candidato terminó la jornada sin aliados ni apoyo alguno.