Ya los candidatos presidenciales saben en qué orden intervendrán en el segundo debate, convocado por el Tribunal Electoral (TE), que se celebrará el próximo 13 de marzo, en David, Chiriquí.
Al estilo de la lotería nacional, los representantes de las campañas de los candidatos y Melitón Arrocha, el único aspirante que asistió personalmente al sorteo de posiciones este miércoles 28 de febrero, sacaron las balotas de un bowl transparente y dejaron que el azar decidiera quién hablará primero.
Maribel Gordón, Melitón Arrocha, Ricardo Lombana, Zulay Rodríguez, José Gabriel Carrizo, el candidato de Realizando Metas, Rómulo Roux y Martín Torrijos, hablarán en ese orden durante el primer bloque. Si alguno de ellos no asiste, su silla quedará vacía.
La dinámica del segundo debate presidencial será diferente al primer encuentro de los candidatos, que se celebró el pasado lunes 26 de febrero.
A diferencia del primer debate, el próximo duelo de palabras tendrá un formato town hall, con un público de 60 jóvenes, quienes podrán hacerle preguntas a cada candidato.
El evento también contará con tres moderadores (en el primero hubo dos), quienes también les harán preguntas de seguimiento relacionadas a cada tema.
Así funcionará el debate
El segundo debate, que se llevará a cabo en David, Chiriquí, se dividirá en dos bloques idénticos, cada uno con dos partes. A lo largo de dos horas y media los candidatos discutirán sobre gestión pública (corrupción y descentralización en el bloque 1) y sostenibilidad (economía juvenil y preparación competitiva en el bloque 2). Habrá una pausa de 4 minutos entre los dos bloques.
Esta es la primera vez que se realizará un debate presidencial con el modelo town hall, también conocido como modalidad participativa. Este modelo les da a los candidatos el derecho a réplica para refutar ideas de los otros candidatos y/o expandir sus propuestas.
Los moderadores serán los encargados de aceptar o rechazar el derecho a réplica. Cada bloque también contará con un segmento llamado “Bolsa de tiempo”, que les permite a los candidatos acumular y administrar su tiempo para intervenir durante el debate.