El cálculo político domina el debate de las reformas al sistema de pensiones en la CSS

El cálculo político domina el debate  de las reformas al sistema de pensiones en la CSS
Por año, se pagan más de $2,000 millones a los pensionados. Técnicamente, por cada dólar que entra en concepto de cuotas obrero-patronal, salen $2 para el pago de las pensiones. LA PRENSA/Elysée Fernández


La crisis del sistema de pensiones de la Caja de Seguro Social (CSS), la mora quirúrgica y la falta de medicamentos formaron parte de la columna vertebral de un debate en el que los candidatos a la Presidencia de la República recitaron un sinfín de soluciones impresionantes, en su magnitud y alcance, sin decir exactamente cómo las llevarán a cabo.

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Después del fracaso de un diálogo para reformar el sistema público de pensiones y el inminente fin de las reservas en el subsistema exclusivamente de beneficio definido Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) este año, se habría esperando que los candidatos revelaran su plan de trabajo y tiempos de ejecución.

A cambio, prevalecieron las descalificaciones, los reclamos, las respuestas inconclusas y las promesas, sin una fuente de financiamiento determinada.

A José Gabriel Carrizo, actual vicepresidente de la República y candidato por la alianza del Partido Revolucionario Democrático (PRD) y el Molirena, se le preguntó si estaba a favor de volver al sistema solidario. La idea era que indicara si estaba a favor de unificar el sistema que es exclusivamente de beneficio definido -que enfrenta un problema financiero- y el subsistema mixto, que incluye un componente de ahorro individual de cada cotizante.

Carrizo se decantó por prometer que si gana el 5 de mayo, le inyectaría $3,000 millones al sistema de pensiones.

No profundizó de dónde saldría el dinero y tampoco por qué razón esa inyección económica no se ha hecho en el actual Gobierno, cuando la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha advertido el fin de las reservas de la CSS antes que finalice este año.

Esos $3,000 millones de los que habló Carrizo es el equivalente a la emisión de deuda que hizo la semana pasada el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), para financiar el gasto público.

Por año, se pagan más de $2,000 millones a los pensionados. Técnicamente, por cada dólar que entra en concepto de cuotas obrero-patronal, salen $2 para el pago de las pensiones.

La diferencia se obtiene de los ahorros del programa exclusivamente de beneficio definido, un fideicomiso a su favor y los aportes del Estado.

Pero en estos renglones se tienen limitaciones: la plata se acabará en todos, porque aumentan los gastos conforme hay más pensionados.

De acuerdo con el último reporte de la CSS, hasta el mes de septiembre de 2023 habían 323,982 pensionados a los que se le pagó $2,331 millones.

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A Rómulo Roux, candidato de la alianza de los partidos Cambio Democrático (CD) y Panameñista, se le preguntó si creía que había que aumentar el monto de las cuotas obrero patronal.

“No es el momento de pedirle a los jubilados que se sacrifiquen. Se tiene que sacrificar el gobierno y los políticos. La Caja debe trabajar para el pueblo y no para los políticos”, indicó.

“La CSS de hoy es víctima de presidentes y gobiernos que no tomaron las decisiones que tenían que tomar en su momento. El país está cansado de mentiras, pero no es el momento de pedirle a los jubilados que se sacrifiquen. Hay que pedirle al Gobierno, hay que ahorrar, recortar botellas y hacer que el sistema de salud sea digno”, precisó Roux.

Tanto la Junta Técnica Actuarial (JTA) como el Departamento Actuarial de la CSS coinciden en que a partir del año 2025, la diferencia entre ingresos y egresos del subsistema de beneficio definido superará los $1,000 millones y no habrá reservas.

De acuerdo con la información de la CSS, al cierre de 2021, las reservas institucionales del subsistema de pensiones terminaron en $1,001 millones, lo que significó una reducción de 14% al comparar el resultado con el del año 2020.

Aún no se conocen los informes de 2023, pero los actuarios anticiparon que para el cierre de 2024, este sistema no tendrá los ahorros con los que hasta ahora se han estado pagado parte de las pensiones.

Con las reservas en estado de extinción, los recursos para el pago de las jubilaciones provenientes de la CSS dependerían de fuentes ajenas a la institución o al programa, cuya responsabilidad recaería en las finanzas públicas, sino se reforman los parámetros como la edad de jubilación o la cantidad de las cuotas que pagan los trabajadores y las empresas.

A la candidata por la libre postulación Zulay Rodríguez se le preguntó que hará para agilizar la atención médica de los asegurados. Respondió que volver al sistema solidario.

Es decir que, si llega a la Presidencia, propondría la extinción del sistema mixto.

Este eje, conocido como el subsistema mixto del IVM, está compuesto por las personas afiliadas a la Caja de Seguro Social (CSS), que al 1 de enero de 2006 tenían 35 años de edad o menos y que optaron expresamente por participar en este programa. Ahí también están todos los trabajadores que ingresaron al sistema a partir del año 2008.

Volver al sistema únicamente solidario implicaría la utilización de las reservas del subsistema mixto de pensiones para pagarle a los actuales jubilados.

Pero desde la mirada de los especialistas, sentados en la JTA, una medida como esta agrandaría el problema existente, ya que cuadruplicaría el déficit máximo por año del subsistema de beneficio definido.

Rodríguez también contempló como una solución la compra de medicamentos sin intermediarios, extender los turnos de atención medica y, de ser necesario, pagarle a los hospitales privados para que brinden servicio a los asegurados.

Melitón Arrocha, que compite por la libre postulación y que también está postulado por el partido País, criticó a sus contrincantes: todo lo que proponían era un “cuento”. Advirtió que el Gobierno tendrá que hacer una inyección “importante” para reflotar la CSS.

“El Gobierno tendrá que poner $1,500 millones en deuda, mientras se toman las medidas”, pronosticó Arrocha.

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Mientras los candidatos seguían el guión del debate, quedaba en evidencia que todos optaron por un discurso políticamente correcto. Coincidían en eliminar “botellas”, ahorrar y mejorar la atención médica; un combo apetecible en tiempos de campaña electoral.

Martín Torrijos, candidato del Partido Popular, señaló que las reformas a la ley orgánica de la CSS, introducidas en su gobierno en 2005, permitieron que los pensionados siguieran cobrando por los siguientes 20 años.

“La CSS tiene una planilla abultada e ineficiente. El único de los candidatos que enfrentó [la crisis] de la CSS fui yo. Si no hacemos nada, 300 mil panameños dejarán de cobrar su pensión. Vamos a lograr establecer que un diálogo que tenga soluciones, buscar soluciones para contratar suficientes médicos, especialistas y equipos y tener horarios extendidos”, precisó Torrijos respecto a la atención médica que ofrece la entidad.

Ricardo Lombana, del Movimiento otro Camino (Moca), aprovechó alguno de sus segundos al aire para disparar críticas a las distintas administraciones en las que han estado algunos de los que hoy se postulan a la Presidencia.

“Proponemos un sistema solidario y sostenible, pero con espacio para ahorros. Tus jubilaciones no estarán un riesgo. Nosotros vamos a garantizarse... Se acabaron las mesas del diálogo porque vinimos a decidir”, reafirmó.

La administración de Laurentino Cortizo detuvo las discusiones en el diálogo por la CSS en diciembre de 2021 para esperar el diagnóstico del IVM por parte de la OIT, pero llegado el informe de dicho organismo nunca se tomó la decisión de reanudar las conversaciones para tomar decisiones que garantizarán más fondos al sistema de pensiones.

A Maribel Gordón, candidata por la libre postulación, se le preguntó cómo garantizaría el acceso a medicinas. Ella indicó que la Ley 51 de 2005, aprobada en el gobierno de Torrijos (2004-2009), perjudicó a los trabajadores.

“En las últimas décadas se saqueó la CSS, por políticos corruptos y por la avaricia de las empresas. En el 2005 se impuso la Ley 51, que hizo recaer la crisis sobre los trabajadores. Planteamos la necesidad de regresar al sistema solidario”, aseguró.

En el intercambio de preguntas entre los candidatos, Carrizo escogió preguntar a Gordón. ¿Qué opina que finalmente se haya inaugurado la Ciudad de la Salud? Era un guiño para colar en el debate la narrativa de las obras que ha completado el Gobierno del que forma parte.

Gordón contestó que no haría medidas paramétricas y tampoco aumentará la edad de jubilación.

Carrizo insistió y dijo que “recibimos” 1,008 obras inconclusas, incluyendo varios hospitales y centros de salud.

Pero Gordón le devolvió la pelota y dijo que en su gobierno “se han perdido hasta pisos hospitalarios, nunca resolvieron las deficiencias en la mora quirúrgica, desabastecimiento de medicamentos. Solo ven la CSS como un negociado”.

Roux preguntó a Carrizo por qué en el diálogo de la CSS no se hizo nada. “Se planteó la solución y el pueblo dijo que no estaba de acuerdo”, dijo el candidato del PRD y remarcó que el gobierno de Cortizo rompió el “monopolio” de los medicamentos.

En realidad, el diálogo se paralizó. Las propuestas de los diversos sectores solo se recibieron y nunca se terminó el proceso de discusión o el planteamiento de alguna reforma.

El candidato de la alianza CD-Panameñista le recordó a Carrizo que la actual administración no ha hecho nada por resolver la crisis de la CSS, en casi cinco años de mandato.

Rodríguez, por su lado, criticó la gestión de Torrijos, argumentando que las reformas que impulsó su administración no funcionaron.

Torrijos aprovechó su turno al bate para proponer una agencia de compra de medicamentos, horarios extendidos para bajar la mora quirúrgica y nombrar más médicos y trabajadores de la salud.

Gordón, en tanto, reclamó a Lombana que en su equipo de campaña hay voceros que dicen que quieren privatizar la CSS, subir la edad de jubilación y disminuir pensiones.

Lombana lo negó y habló de “reducir las botellas” y exigir más responsabilidad a la junta directiva de la CSS. Sobre Carlos Abadía, Lombana dijo que sí es parte de su campaña, pero jamás ha pedido privatizar la Caja.

Los candidatos ofrecieron soluciones superficiales a problemas complejos, en medio de descalificaciones y reclamos mutuos.


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