Hace 10 meses, el Partido Panameñista tuvo un drástico cambio de conducción y, con ello, pareció removerse el tradicionalismo impuesto a finales de los años 90 por Mireya Moscoso.
Marco Ameglio asumió así la dirección del colectivo, en una etapa que algunos consideran "de transición".
Por lo pronto y como presidente de los panameñistas, Ameglio reunió ayer al Directorio Nacional en una sesión extraordinaria, para definir el calendario electoral que ponga fin a la guerra interna –a ratos soterrada y por momentos directa– que mantiene al grupo dividido.
Así, se decidió que el 30 de julio de 2006 será el día en que se celebre la Convención Nacional que definirá las nuevas autoridades del grupo. Previo a eso, el 23 de abril se elegirá a los convencionales que tomarán tal decisión.
También se anunció que los libros del inscripción estarán abiertos hasta el 5 de marzo y se aprobó un nuevo reglamento de elecciones.
Cambio de liderazgo
Tan pronto Moscoso cedió la dirección del partido al ex diputado, Ameglio abogó por la unidad, consciente del daño sufrido tras la estrepitosa derrota electoral.
Sin embargo, Ameglio ha tenido que enfrentar disidencias y, en estos momentos, algunos de sus copartidarios hacen campaña para arrebatarle el control.
De momento, el empresario Juan Carlos Varela, el diputado José Blandón Figueroa y el ex canciller Harmodio Arias Cerjack son sus conocidos contendientes.
La campaña, incluso, ha comenzado antes de lo esperado, avivada según algunos observadores, por las dificultades de Ameglio de unificar las corrientes internas del grupo.
Otros, consideran que los obstáculos que afronta Ameglio guardan relación con la tendencia panameñista a tener liderazgos autoritarios.
Así, las elecciones internas del próximo año constituirán toda una novedad que, sin embargo, puede ir dejando heridos por el camino.
José Blandón no cree que la actual competencia tenga características de guerra. "Se trata de una sana competencia", comenta Blandón. Sin embargo, el diputado no descarta que "en un futuro pueda convertirse en algo más intenso".
Para el analista político Edwin Cabrera, el problema radica en la novedad que tendrá el partido en lo sucesivo. "A partir de la renovación directiva, el partido tendrá que pasar por el proceso de escoger a sus candidatos en elecciones primarias, algo que nunca han tenido que hacer porque el liderazgo del panameñismo era siempre vertical (...) ahora las cosas son diferentes", comentó Cabrera.
"Justamente las constantes actividades de los candidatos por el país, son parte de ese nuevo proceso", agregó.
El poder de Moscoso
En lo que algunos observadores políticos consideran como "un movimiento estratégico inesperado", se aprovechó la reciente visita del embajador estadounidense William Eaton a Mireya Moscoso, para dar un inusitado despliegue a lo que parecía ser una reunión privada.
Sin embargo, José Blandón resta importancia al asunto. "Mireya Moscoso es figura del panameñismo aún si el embajador Eaton no la hubiera visitado. Esta reunión no ha tenido repercusión en los candidatos a la presidencia del partido", aseguró el diputado.
En la guerra interna por el control del partido, las acciones de Moscoso son, sin duda, importantes. Así, la aparición de Harmodio Arias junto a la ex presidenta durante la visita diplomática, podría evidenciar que se trata del candidato que ella apoyaría.
Mientras, a lo lejos aparece la figura de Alberto Vallarino que algunos panameñistas apoyarían. Por ello, el camino de la unión aún está por definirse en el principal partido de la oposición.