Desde los tiempos de nuestros antepasados, la historia da cuenta de la contribución que las mujeres han hecho a la ciencia. Fueron féminas, y no solamente hombres, quienes aprendieron a preparar barro y hornearlo para hacer cerámica.
Con el tiempo, los hornos de alfarería de los primeros ceramistas llegaron también a moldear los metales en la Edad de Hierro.
La Edad Media y el estilo de vida monástico hicieron a las féminas estudiar y disfrutar de una libertad intelectual.
Son varias las mujeres que a lo largo de la historia han destacado por su trabajo, que las ha hecho incluso merecedoras del premio Nobel debido a sus aportaciones a la ciencia, como son Marie Curie –química y física– , Iréne Joliet-Curie –química–, Ada E. Yonath –química–, Carol W. Greider y Elizabeth Blackburn –medicina–, entre otras.
Las damas han incursionado en la vida laboral de forma masiva, pero la desigualdad en los salarios y puestos directivos es una realidad que no se puede ocultar.
Panamá ha tenido avances. En 1990, y entre 130 países evaluados, el país ocupó la posición 93 en el índice de desarrollo humano. En 2010 y entre 169 países, mejoró al ubicarse en el escalón 54.
Pero cuando se mide la desigualdad de género, el país no queda muy bien parado: está en la posición 81, según indica el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Es una situación equiparable a la del campo científico, donde hay pocas investigadoras o científicas titulares.
Políticas diseñadas para cerrar esta brecha de género han logrado mejorar la situación, pero la carrera profesional sigue siendo un viaje contracorriente para las mujeres.
Según informes de las Naciones Unidas, las mujeres en el mundo todavía tienen una escasa representación en las ciencias informáticas, así como en la física, la química y la medicina.
En promedio, de 121 naciones con datos disponibles, las mujeres representan el 29% de los investigadores, y solo el 15% de los países ha alcanzado la paridad de género, señalan los informes.
Localmente, el total de científicos en jornada completa es de 476, de los cuales 314 son hombres (66%) y 162 son mujeres (34%), de acuerdo con la última Encuesta de Actividades Científicas y Tecnológicas –2009– de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Entrar a un laboratorio a crear fórmulas no es fácil, pero es una tarea que apasiona a las mujeres. Entre las científicas panameñas que pueden dar testimonio de ello figuran Carmenza Spadafora y Gabrielle Britton, ambas del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología; Oris Sanjur, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales; Maribel Tribaldos y Ruth De León, del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, entre otras.
Estas mujeres y otras más han ido ganando terreno en el campo científico. Incluso han llegado al Sistema Nacional de Investigación (SNI), que fue creado en 2007 con el fin de incentivar la investigación y el desarrollo científico en el país.
En el SNI, de 14 investigadores que actualmente están en el sistema, hay dos mujeres, que fueron reconocidas por sus méritos .