Cada vez que se analiza el desarrollo urbano del distrito capital de Panamá, salen a relucir aspectos negativos.
El Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos realiza una consultoría sobre el grado de prosperidad que ofrece la ciudad en cinco aspectos: calidad de vida, productividad, infraestructura, desarrollo y sostenibilidad ambiental.
La consultoría la realiza el sociólogo panameño Rolando Mendoza, cuyos resultados preliminares dan cuenta de una ciudad desigual, aunque obtuvo el primer lugar, en comparación con las otras ciudades de Centroamérica, con respecto a calidad de infraestructura, de acuerdo con un reporte global de competitividad.
Mendoza enumera tres elementos que limitan la calidad de vida en la capital: el servicio de agua potable, el transporte público y el lento proceso de legalización o de tenencia de los predios urbanos por población de ingresos económicos bajos.
En materia urbanística, el informe plantea que hay asimetrías en el tema de vivienda. Los sectores sociales más privilegiados, en términos socioeconómicos, poseen las mejores viviendas con condiciones adecuadas y mejor disponibilidad de servicios básicos, mientras que amplios grupos sociales de bajos ingresos tienen viviendas edificadas sin las normas básicas de construcción.
A esta realidad se suma que este sector de la población vive en lugares que, por lo general, no llega el agua potable en forma continua y las conexiones a los servicios de electricidad representan un riesgo de seguridad para la población, indica el documento.
El informe preliminar resalta el proyecto de transporte masivo de pasajeros Metro de Panamá, pero agrega que “es incierto” por los altos costos que representará su construcción.
Mendoza, al analizar el aspecto ambiental, señala que no hay un enfoque ni una política orientada a la adaptación de la ciudad a una economía verde. “Los pocos espacios verdes, así como los ecosistemas costeros y marinos, están siendo gravemente alterados y en muchos casos destruidos, ya que son utilizados para construir majestuosas edificaciones”, plantea el informe.
El especialista toma de ejemplo los mangles del sector sur de Juan Díaz, y critica al sector privado porque considera que es poco lo que se hace para conservar los ecosistemas urbanos.