El nodo de Transparencia de la Defensoría del Pueblo indica que en la Junta Comunal de San Felipe trabajan 42 personas, incluyendo a Yessiel y Krysthell Kennedy, las dos hijas del representante de ese corregimiento, Mario Kennedy, y al hermano de éste, Rubén Kennedy. En la página web del Municipio de Panamá, la lista se reduce a 37.
Sentado en su oficina y rodeado de fotos que recuerdan su roce con el poder, Mario Kennedy afirma que allí laboran 23 personas, confirma que su hermano labora como jefe de mantenimiento, y dice con vehemencia que sus hijas no están en planilla, sino que él las contrata temporalmente. Insiste en que Krysthell trabaja en la Tesorería del Municipio, y Yessiel en la Dimaud, pero este diario llamó a las dos entidades y niegan que sea cierto.
En la lista hay varias personas con los mismos apellidos. Están Christian y Justina Del Cid; Víctor Navarro y Sujey Pinto Navarro; Alexis y Berenice Pittí; Miriam y Manuel Moreno; y Karyna Tejada Valentín, Néstor Tejada y Velkis Valentín.
Kennedy está seguro: "aquí nadie es familia de nadie"; excepto Rubén, que sí es su hermano, como confirmó.
El listado que publica la Defensoría, según explican en esa institución, fue actualizado por última vez el 31 de diciembre de 2006 con información que envió Dimas Botello, del Despacho Superior del Municipio de Panamá.
La única explicación para la disparidad en las cifras que ve la Defensoría, es que Kennedy no haya actualizado su planilla. "Se presume que no está actualizada, por lo que el Municipio solicitó a todas las juntas comunales la actualización", aclara Ricardo Laviery, vocero de la Alcaldía.
MÁS ENREDOS
En el presupuesto del Municipio para 2007 se establece que en la Junta Comunal de San Felipe deben laborar 28 personas. Las 28 aparecen en el nodo de la Defensoría, pero se agregan 14 más (Claudia Sierra, Evelyn Barrios, Omayra Ruiz, Eduardo Mena, Krysthell y Yessiel Kennedy, Berenice Pittí, Jessica Betancurt, Orlando Madrid, Edgardo Forero, Kheila Ávila, Alexis Castillo, Lourdes Gómez y Ángela Thomas).
Cuando se le preguntó a Kennedy de dónde sale el resto de las personas, dijo que no sabía, pero que son 23 las que trabajan en planta y otras tantas en diversos lugares del corregimiento. Días después que se le solicitó una lista que informara con precisión cuántos trabajan en planta y cuántos fuera, dijo que trabajan 29 personas, y que los demás lo hacen en distintos lugares: Edgardo Forero, de quien primero dijo que era su suplente, labora en el municipio, igual que Eduardo Mena, Jessica Betancurt y Orlando Madrid. De este último dijo que estaba de vacaciones; y de Betancurt, de licencia por gravidez. Kheila Ávila y Alexis Castillo, a quienes dijo no conocer, trabajan en la Dimaud.
DESPROPORCIÓN
San Felipe es el segundo corregimiento más chico del distrito de Panamá en cuanto a población —en 2000 tenía 6 mil 928 habitantes—, pero es el que más empleados tiene en su junta comunal. En el corregimiento mayor —Las Cumbres, con 92 mil 519 habitantes— laboran 20 personas.
Kennedy se justifica: los sueldos son menores, "para que todos lleven algo a la casa". Dice además que los ahorros en llamadas a celular han permitido crear una plaza de empleo adicional dentro de la junta.
Kennedy se queja de que los 26 mil dólares que le da el Gobierno por mes a todas las juntas comunales no le alcanzan: "Saco 100 dólares diarios de mi bolsillo, y siempre doy algo de los 500 dólares de gastos de representación que me dan al mes. Hasta a mi casa me van a buscar". Dice que de su cheque salarial mensual (mil dólares), le llegan solo 200: "Como todo panameño, tengo deudas".