Era el año 1994 cuando el Instituto Latinoamericano de Estudios Avanzados (Ildea) y el Comité de Medios de Comunicación para el Debate Presidencial organizaron el primer debate presidencial de la historia democrática de Panamá. (Técnicamente, el primer debate se dio 1984 en el estacionamiento de la Universidad de Panamá, pero no se documentó).
A pesar de ser la elección presidencial más concurrida, en 1994, con siete aspirantes al cargo, solo seis participaron del encuentro. Mireya Moscoso, candidata del Partido Panameñista, no se presentó al evento. Moscoso no participó de ningún debate en esa vuelta electoral y obtuvo el segundo puesto en los comicios. Ernesto Pérez Balladares ganó las elecciones de 1994 con el 33% de los votos.
Los seis candidatos restantes, Ernesto Pérez Balladares, del Partido Revolucionario Democrático (PRD); Rubén Blades, del Movimiento Papá Egoró; Rubén Darío Carles, del Cambio 94; Samuel Lewis Galindo, de Concertación Nacional; Eduardo Vallarino, del Partido Demócrata Cristiano; y José Salvador Muñoz, del partido Panameñista Doctrinario, aprovecharon el maquillaje, las luces y la plataforma televisiva para hablarle al país.
El Toro y Chinchorro
El show se inició antes que las cámaras empezaran a rodar, cuenta el moderador del primer encuentro Fernando Berguido en su libro Una vida póstuma. Tras bastidores, los gritos de Chinchorro Carles hacia El Toro Pérez Balladares retumbaban por los estudios de Telemetro en el Dorado. Carles, quien llegó con una pierna enyesada después de caerse del balcón de madera de una casa en Santa Ana donde politiqueaba días antes, no estaba contento con la respuesta de Balladares cuando los medios le preguntaron qué opinaba de la caída de su oponente.
Balladares respondió algo como, “Ya el señor Carles debería estar en su casa descansando”, recuenta Berguido en su libro.
“Aquí estoy y con esta misma pierna rota te voy a patear”, le reclamó Carles a su oponente momentos antes del primer debate.
‘El revolcón’
El formato de ese primer debate, muy diferente a los de elecciones venideras, no generó mucho intercambio de palabras entre los aspirantes. Para Berguido, el acontecimiento más destacado de ese encuentro fue quizás el uso de José Salvador Muñoz para repetir hasta más no poder su eslogan de campaña: “Yo le daré un revolcón”, al hablar sobre corrupción, seguridad y aseo.
El Instituto Latinoamericano de Estudios Avanzados (Ildea) no volvió a organizar otro debate después de ese torneo. Las elecciones de 1999 se quedaron sin debate presidencial. Tan segura estaba Mireya Moscoso de que ganaría la vuelta electoral de 1999, que otra vez no asistiría a ningún debate. Sus encuestas eran de “carne y hueso”, dijo Moscoso, en una entrevista en ese entonces. Sus oponentes Martín Torrijos, por la Alianza una Nueva Nación (UNN), y Alberto Vallarino, por la Alianza Acción Opositora (AAO), no tuvieron que enfrentarse en ningún debate ese año. La estrategia de Moscoso le funcionaría. Moscoso triunfó en las elecciones de 1999 con el 45% de los votos.
Sillas vacías
No fue hasta las elecciones de 2004 que se volvió a realizar otro debate. Esta vez participaron en la contienda Martín Torrijos, por el PRD; Guillermo Endara, por el Partido Solidaridad (PS); José Miguel Alemán, por el Partido Arnulfista (PA), y Ricardo Martinelli por el partido Cambio Democrático (CD).
La historia de ausentismo en debates presidenciales se volvió a repetir en el 2004 y 2009. En el 2004, Martín Torrijos, candidato del PRD, optó por no asistir al debate presidencial organizado por la Fundación Panameña de Ética y Civismo por miedo a ser objeto de ataques por parte de sus adversarios como ocurrió en una previa discusión televisada, según contó su entonces jefe de campaña, Héctor Alemán, en una entrevista con La Prensa horas antes de la cita. En un debate previo titulado “el debate del pueblo” organizado por la Corporación Medcom, José Miguel Alemán, el abanderado del Partido Arnulfista atacó a Torrijos directamente diciendo: “Torrijos no es el candidato del cambio”.
Guillermo Endara, del Partido Solidaridad, se sumó a la estrategia de Torrijos y aseguró que no se presentaría al debate porque no tenía importancia discutir con “badulaques e hipócritas”, reportó este medio al momento. El debate transmitido por RCM siguió adelante sin ambos candidatos. TVN y Medcom optaron por no transmitir el encuentro al cual tampoco asistió el periodista y moderador Atenógenes Rodríguez. Su podio, como los de ambos candidatos, también permaneció vacío. Hugo Famanía, periodista de FETV en ese entonces, asumió las riendas de moderador único.
La ausencia de Torrijos a lo “Mireya Moscoso,” no lo impactó negativamente en las urnas. Torrijos ganó las elecciones del 2004 con el 43% de los votos. Cuatro años más tarde en el 2009, Ricardo Martinelli, quien otra vez corría para el cargo público más alto del país, ahora por la Alianza por el Cambio (CD y el Partido Panameñista), no asistió al debate organizado por TVN. La directora de noticias de ese medio, Sabrina Bacal le dijo a La Prensa que el debate se llevaría a cabo con o sin Martinelli, y así fue. De Martinelli solo quedó la silla vacía en ese debate.
Por aquellos días Martinelli dijo a este medio que no asistió al evento porque no estaba de acuerdo con la metodología, mientras que su jefe de campaña Frank de Lima aseguró que asistiría a un debate a “su debido momento”. La candidata del PRD, Balbina Herrera también dijo que no estaba de acuerdo con la metodología de los debates porque, según ella, había poco tiempo para responder preguntas excesivas. Sin embargo, Herrera manifestó que continuaría presentándose a estos encuentros y retó a Martinelli a dar la cara.
“Yo lo espero al lado mío para que debata sus ideas y sus propuestas, y si no está preparado, que practique, nosotros estaremos esperándolo”, señaló Herrera en ese entonces. En 2009, Guillermo Endara, candidato de Vanguardia Moral de la Patria, tampoco asistió a ese debate sumándose a aquellos que no estaban de acuerdo con la metodología. Después de ese y otros intentos fallidos, Martinelli y Herrera se enfrentaron en un debate organizado por la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura en donde cada barra gritaba cuando su candidato arremetía contra el otro. Endara tampoco asistió a ese encuentro.
Una vez más, la decisión de un candidato de no asistir a alguno o todos los debates no interfirió con su triunfo. Martinelli ganó las elecciones del 2009 con más del 60% de los votos.
Invitaciones que no llegaron
De cara a las elecciones de 2014, la Universidad del Istmo (UDI) organizó un foro presidencial al que asistieron José Domingo Arias, el candidato de Cambio Democrático (CD); Juan Carlos Navarro con el Partido Revolucionario Democrático (PRD), y Juan Carlos Varela, del Partido Panameñista. Esta fue la primera vez que José Domingo Arias, quien había rechazado invitaciones a encuentros anteriores o no llegó, asistió a un debate presidencial en esa vuelta electoral.
El centro de estudios también invitó a Genaro López, candidato presidencial del Frente Amplio por la Democracia (FAD), pero López rechazó la invitación por estar en una gira en el interior.
Pero no todos los candidatos que corrieron en esas elecciones fueron convocados al encuentro. Juan Jované, Esteban Rodríguez y Gerardo Barroso, todos por la libre postulación, no recibieron invitación. Esto no le gustó nada a Jované, quien se quejó con los organizadores y protestó afuera del recinto con mordaza. Esa no era la primera vez que Jované tomaba cartas en el asunto porque no fue invitado. El candidato independiente se presentó a un foro económico de Medcom y la revista Capital Financiero sin invitación y no se le permitió ingresar al recinto. Ese día, Jované sacó un pañuelo de su jeans y se cubrió la boca en señal de protesta. “Están violando el pacto ético, negándole la participación a las minorías”, reclamó Jované a los organizadores.
José Domingo Arias, quien había confirmado su participación al evento, se ausentó y uno de sus oponentes no perdió la oportunidad para usarlo en su contra. Juan Carlos Varela, sentado al lado de la silla vacía de José Domingo Mimito Arias, lanzó un petardo a su oponente. “Debe ser que no le dieron permiso,” dijo.
Un debate sin mucho fondo
No fue hasta el 2019 cuando gracias a las reformas al Código Electoral, por mandato legal, el Tribunal Electoral formalmente toma un rol en la organización de los debates. De acuerdo al artículo 234, a partir de esa fecha los debates presidenciales deberán ser promovidos y reglamentados por el Tribunal Electoral. Antes de esto, solo se acataba el artículo 217, sirviendo el Tribunal Electoral como intermediario entre medios de comunicación, partidos e instituciones que organizaban los debates.
Ese año los candidatos a la Presidencia no dieron mucho de qué hablar ni antes, durante ni después de los dos debates. A diferencia de los debates pasados, los siete candidatos Laurentino Nito Cortizo, del Partido Revolucionario Democrático, Rómulo Roux, de Cambio Democrático; José Blandón, del Partido Panameñista; Saúl Méndez, del Frente Amplio por la Democracia (FAD) y los independientes Ana Matilde Gómez, Marco Ameglio y Ricardo Lombana accedieron a participar.
Los candidatos usaron ambos debates para criticar el status quo del país y lanzar algunas propuestas sin especificar cómo lograrían las mismas. Quizás el momento más interesante de ambos debates fue cuando Marco Ameglio le propuso a los otros candidatos independientes formar una alianza para llegar a la Presidencia. Laurentino “Nito” Cortizo, a pesar de ser objeto de críticas de algunos de sus oponentes, mantuvo un bajo perfil y no se enganchó con sus críticos. Pareció usar una estrategia un tanto similar a la de candidatos pasados, o no hablar del todo, o pasar desapercibido y aprovechar su ventaja en las encuestas. Esta le daría frutos al ganar la Presidencia con el 33% de los votos.
Llegó el día
La historia de los debates en Panamá se completa con el episodio de esta noche: los siete candidatos presidenciales se enfrentarán oficialmente cara a cara por primera vez en el domo de la Universidad de Panamá Harmodio Arias Madrid. El encuentro llega días después de que el Tribunal Electoral reprogramara el debate originalmente pactado para el 21 de febrero a raíz de que el mismo le extendiera una invitación a José Raúl Mulino, candidato a vicepresidente de Ricardo Martinelli, abanderado presidencial del pacto político entre Realizando Metas y el partido Alianza. Después de varias quejas de otros candidatos quienes argumentaron que el debate era solo de los que corren por la Presidencia, el TE se vio forzado a retirarle la invitación a Mulino.
La candidatura de Martinelli le ha dado ya varios dolores de cabeza al TE, desde que la Corte Suprema de Justicia decidió no admitir un recurso de casación presentado por la defensa del exmandatario, en contra de la sentencia condenatoria de 128 meses de prisión por blanqueo de capitales y una multa de $19.2 millones.
Martinelli permanece atrincherado en la embajada de Nicaragua en Panamá, declarándose “perseguido político” desde el pasado 7 de febrero. El jueves 22 de febrero, la juez Segunda Liquidadora de Causas Penales del Primer Circuito Judicial de Panamá, Baloisa Marquínez, ordenó la detención del expresidente, pues considera que Martinelli tenía que haberse notificado ante el tribunal el pasado 15 de enero, en cumplimiento de una medida cautelar personal que le fue impuesta durante la fase de investigación.
Después de reagendar la fecha del debate, el TE afirmó que solo admitirá la entrada al foro a candidatos presidenciales. El puesto de aquel candidato que no asista permanecerá vacío, afirmó el Tribunal Electoral.
Esta nota se modificó a las 8:27 a.m. del lunes 26 de febrero de 2024. Se informó que Una vez más, la decisión de un candidato de no asistir a alguno o todos los debates no interfirió con su triunfo. Martinelli ganó las elecciones del 2009 con más del 40% de los votos. Lo correcto es Una vez más, la decisión de un candidato de no asistir a alguno o todos los debates no interfirió con su triunfo. Martinelli ganó las elecciones del 2009 con más del 60% de los votos.
