En Panamá las autoridades encendieron las alarmas. ‘Esto tiene un límite’, aseguró recientemente el ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, para alertar sobre la masiva llegada de migrantes a través de Darién, en la frontera con Colombia.
Por estos días, Pino, Samira Gozaine, directora del Servicio Nacional de Migración; y otros actores claves, preparan una estrategia que le daría un giro a la seguridad en la frontera con Colombia. Pero, ¿qué piensan las principales autoridades de Colombia y Costa Rica? Se trata de los dos países que comparten frontera con Panamá y por ende, trascendentales en la ruta de los migrantes para llegar hasta Estados Unidos.
Así piensa Costa Rica
En una entrevista que Rodrigo Chaves, presidente de Costa Rica, dio a CNN el pasado 30 de agosto, explicó cuál es su propuesta para abordar el tema: dejar pasar diariamente un determinado número de personas, de acuerdo con la capacidad de los albergues, vehículos para transportarlos, entre otros aspectos. Siempre teniendo en cuenta, añadió, lo que Estados Unidos podría admitir. “Le gustó mucho la idea al presidente (Joe) Biden”, aseguró el mandatario del país vecino.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, recibió a Chaves en la Casa Blanca el pasado 30 de agosto. En el encuentro el mandatario estadounidense le agradeció el papel que ha tenido Costa Rica en la gestión de la migración.
“Cuando el número es incontrolado, el sistema no aguanta y se crean estos embotellamientos. Colombia tiene que saber cuánta gente puede estimular a que salga o no, Panamá cuánto pueden permitir que pase y lo mismo Costa Rica, y de allí dependiendo del destino final, pero para eso nos tenemos que poner de acuerdo”, manifestó Chaves a la cadena de televisión estadounidense.
La mirada de Petro
Pero Chaves también se reunió la semana pasada con el mandatario de Colombia, Gustavo Petro. La crisis migratoria que afronta la religión estuvo en el menú de temas. El presidente de Costa Rica contó lo que conversó son Petro, sobre el asunto. “Fue la primera vez que el presidente Petro escuchó la visión de administrar los flujos. Él tiene una visión de libertad de movimiento en América Latina. Eso es lo que nos dice. Esa es una posición que él ha mantenido en público, que los países no debemos tener visas, y que para él es importante resolver la causa (de la migración)”, explicó.
Pero Chaves dice que esa es una tarea compleja que tomará años resolverse, por eso pregunta: ¿y mientras tanto, qué?”
“Creo que todos queremos ver esa causa resuelta y que los venezolanos se sientan cómodos en su país, pero lo que sí es obvio, independientemente de la visión ideológica o política, es que arreglar eso va a llevar años”, argumentó. Por último, el costarricense confía en que haya sido “capaz de persuadirlo un poco” para que así se puedan sentar a definir lo que harán y " administrar los flujos (de migrantes) de una manera eficiente”.
La reunión en Panamá
Este viernes se desarrolló una reunión sobre el tema en David, Chiriquí. Panamá estuvo representado por Pino, Gozaine, y la canciller Janaina Tewaney. Costa Rica trajo a su canciller Arnoldo Tinoco, y al ministro de Seguridad, Mario Zamora.
Una periodista de Panamá le consultó a Tinoco que si es cierto que Costa Rica no estaba dejando pasar a los migrantes, dado que ahora mismo hay muchas personas en Paso Canoa (frontera Panamá-Costa Riva) esperando que se les deje cruzar al vecino país para desde allí, seguir su ruta a EU. El canciller tico no dijo si o no. Esta fue su respuesta: “nuestros países venían recibiendo y estaban preparados para atender 200 o 300 o quizá 400 migrantes a diario, pero jamás para 2 mil, 3 mil y hasta 4 mil personas diariamente”.
El funcionario dijo que tienen “incapacidad administrativa” para atender la llegada masiva de personas. Por eso abogan por una mejor administración del flujo de personas, en coordinación con los países de Sudamérica, de donde principalmente provienen los migrantes irregulares.
A continuación, el canciller de Costa Rica recordó la visita de Petro a su país (lunes 28 de agosto) y reiteró que Colombia cree en “la libertad de flujos”, pero hizo énfasis en que su país cree en la mejor administración de los flujos. Esta posición también la comparte Panamá.
Añadió que no es justo ni equitativo que sean Panamá y Costa Rica, los países que tengan que incurrir en gastos económicos para atender un problema cuya causa no la generan estas dos naciones centroamericanas. “Los flujos migratorios requieren de una acción internacional conjunta y de un financiamiento internacional, por responsabilidad compartida”, explicó.
En tanto, su homóloga panameña manifestó que acordaron “mantener una sola voz hacia los países del Sur, y los organismos internacionales, para que de manera conjunta se trate el flujo de viajeros irregulares”.
No se puede cerrar la frontera
La semana empezó con la posibilidad sobre la mesa de cerrar pasos fronterizos entre Colombia y Panamá, pero el jueves 31 de agosto, el ministro Pino descartó esa idea. “Cerrar áreas protegidas.. eso es muy difícil..no es carretera. Si se van a tomar acciones, ustedes las verán la próxima semana”, añadió. Recordó que en este momento tienen en marcha la operación escudo, estrategia para capturar “los coyotes” que “meten gente” en lanchas.
Informó que el pasado jueves deportaron a 12 personas a Colombia, que “son parte de ese flujo irregular”. Los enviaron en un vuelo del Servicio Aéreo Nacional.
Samira Gozaine, directora del Servicio Nacional de Migración, en entrevista con La Prensa informó que Darién no puede ser vista por los organismos internacionales como una ruta migratoria debido a los riesgos que implica, tanto para adultos como los menores de edad. Este año se han adentrado por esta ruta unos 60 mil menores de edad y el 50% tiene menos de 5 años.
“Aquí simplemente llevan y traen a una persona y por su paso le cobran en Colombia 1,000 dólares por persona. Entonces creo que este incremento es fomentado por el crimen organizado que se aprovecha de la situación económica y política de los países”, apuntó.
En ese contexto, detalló que en Colombia y Venezuela están ofreciendo viajes turísticos por la selva del Darién y que van a llegar a Estados Unidos en 10 días, pero todo se trata de un engaño.
Los informes estadísticos del Servicio Nacional de Migración precisan que entre 2013 y 2023, es decir 10 años, cruzaron la frontera, unos 815 mil migrantes, el doble de la población de provincias como Panamá Oeste y Chiriquí. En ese mismo periodo, según estadísticas del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones, han muerto 316 caminantes, aunque la cifra podría ser mayor si se toma en cuenta que en algunas ocasiones no se encuentra el cuerpo de la persona.
Solo este año 324 mil 201 migrantes han llegado a la frontera por Darién y de acuerdo con reportes del Servicio Nacional de Frontera, se han contabilizado 38 defunciones de personas migrantes. A esto hay que agregar que han rescatado a 402 caminantes en la selva, porque presentan heridas o simplemente no pueden más, y también han retenido a 58 traficantes de migrantes o coyotes.
Más de la reunión
Una nota de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores, da cuenta que al menos seis mecanismos bilaterales dan base a la agenda común entre Panamá y Costa Rica. Estas son: el consejo de asociación, límites de frontera, seguridad fronteriza, cooperación técnica-científica y educativa-cultural, migración laboral y cooperación para el desarrollo fronterizo.
“En materia limítrofe y con la participación del director ejecutivo del Instituto Geográfico “Tommy Guardia”, Walter Myers, se compartieron los avances y las proyecciones de los trabajos de demarcación que se adelantan en el cordón fronterizo, en el marco de la Comisión Mixta Permanente de Límites y con la colaboración de los gobiernos locales y los estamentos de seguridad”, añade el documento oficial.