La Laguna de Chiriquí Grande, en Bocas del Toro, resultó contaminada con el derrame de crudo, cuando la empresa Petroterminal de Panamá (PTP) abastecía de hidrocarburo al barco Petrosvsk. Desde ese momento, la población de Chiriquí Grande enfrentó problemas de salud como constantes dolores de cabeza por el fuerte olor a petróleo. También se afectaron las aguas, a tal punto que el Ministerio de Salud prohibió la venta y el consumo de pescado procedente de esa zona porque podía estar contaminado con el crudo.
El derrame se produjo por fallas en las válvulas de escape. La empresa inició su proceso de limpieza, que duró poco más de seis meses y que también fue cuestionado por los químicos utilizados. Simultáneamente, la Autoridad Nacional del Ambiente realizaba una investigación administrativa, grupos ambientalistas presentaban denuncias penales por delito ecológico y las comunidades indígenas, afectadas por el derrame, llevaban adelante procesos judiciales en busca de indemnizaciones por la paralización de sus actividades pesqueras y por los daños al ecosistema. La actividad pesquera estuvo suspendida por casi tres meses. En total fueron 19 lugares, incluyendo áreas protegidas, las que evidenciaron afectaciones por el derrame.
PROCESOS POR CONTAMINACIÓN
4 DE FEBRERO DE 2007: 4 mil 856 barriles de crudo fueron derramados en el mar.
9 DE MARZO DE 2007: La Anam empezó un proceso, y el 19 de ese mismo mes grupos ambientalistas presentaron denuncias penales.
13 DE DICIEMBRE DE 2007: La Anam multó a PTP por la suma de
2 millones 4 mil 678 dólares. La empresa apeló la medida ante la Corte Suprema. Aún no hay fallo.