Cuando los grandes organismos multilaterales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo, CAF, la Cepal y otros realizan sus pronósticos económicos, siempre resalta a Panamá con un crecimiento superior al resto de los países de la región.
Para este año la economía crecerá entre 3.8% y 5.7%, apuestan todos y no hay dudas.
El país resalta por su conectividad aérea, infraestructura logística con el Canal de Panamá, solidez del sistema financiero, crecimiento de la conectividad y los negocios digitales, grandes rascacielos en su capital, sede de empresas multinacionales, pero no pasa el examen en calidad de la educación, tampoco en la salud pública que es deficiente, y mucho menos en la distribución de la riqueza debido a que persiste la desigualdad social.
Un repaso por esas deficiencias demuestra que no es por falta de recursos que no se han superado las debilidades y desigualdades, todo apunta a que las prioridades de “inversión” o el gasto público se ha canalizado a abultar la planilla estatal y de algunos municipios, desviar recursos de la descentralización a municipios aliados del gobierno de turno, a las primarias de los partidos que enarbolan vallas que se caen en los caminos.
“En Panamá hemos sido víctimas de nuestro propio éxito. El crecimiento económico que se mide principalmente por indicadores macroeconómicos nos ha llevado a obviar e ignorar los indicadores que más reflejan la realidad, como el progreso social, el desarrollo humano y el bienestar social y la realidad es que el crecimiento económico no se refleja en el bienestar de la población”, expresa Carlos Araúz, economista y consultor financiero.
Indica que efectivamente en Panamá hay recursos pero las últimas administraciones gubernamentales han optado por intervenir y crear una sociedad dependiente de subsidios, en lugar de que se invierta más en mejorar la educación, la ciencia y la tecnología y la salud.
“Se ha creado un mundo paralelo donde el clientelismo y la urgencia por votos prevalece sobre el bienestar social. Hemos obviado la creación de empleo productivo, en cambio se ha creado una agencia de contratación laboral estatal donde el Estado contrata sin justificar y con mucha improvisación”, cuestiona Araúz.
Precisa que hay muchas distorsiones que el crecimiento económico positivo esconde. “Y estos problemas no son solo del sector público, por el lado privado también hay estructuras oligopolistas, monopolios que lamentablemente han llevado a que también los precios y el costo de la vida se encarezca de tal manera, que la capacidad de ahorro de cada panameño se ve muy afectada”.
Vamos a los números
Los números no mienten:
A los 202 millones de dólares desviados de la descentralización paralela, sumemos los 10 millones de dólares de las primarias a los cuatro partidos principales (PRD, Cambio Democrático, Realizando Metas, Partido Panameñista). A este cálculo le agregamos el costo de la planilla estatal por 4 mil 880 millones y de la planilla del Municipio de Panamá, ente que cuenta con 145.7 millones de dólares para gastos corrientes.
Todo esto da un gran total de 5,237 millones de dólares en gastos corrientes sumados al costo de las primarias. Versus los 8.3 millones de dólares que pidió el Instituto Oncológico Nacional (ION). ¿A dónde se inclina la balanza?
Planillas abultadas por doquier
Solo el Municipio de Panamá ha elevado en 61.3% su planilla desde 3 mil 564 funcionarios que tenía en 2019 a 5 mil 751 empleados al cierre de mayo de 2013.
La planilla estatal, por su parte, siguió abultada pese a la promesa de austeridad en el gasto que hizo el Ejecutivo nacional.
Al finalizar 2022, el número total de empleados públicos se dividía en 229,842 empleados permanentes y 30,037 empleados eventuales, para un total de 259,879 personas en el sector público.
Esta cantidad de personas empleadas en el sector público costaron 4 mil 880 millones de dólares. Esta cifra representa un aumento de $141 millones en comparación con el presupuesto destinado a este rubro en el año 2021.
Caso oncológico
El eco por la falta de fondos para el Instituto Oncológico Nacional (ION) ha repicado alto en la opinión pública que compara la deficiencia para este centro de salud, con los millones invertidos en la descentralización paralela.
Esta semana se espera que la promesa de entregar los 5 millones de dólares que faltan de los 8.3 millones adicionales solicitados por el ION finalmente se aprueben en la Comisión de Presupuesto, según la promesa del economista Eloy Núñez, asesor de la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional.
En junio esta comisión había aprobado un crédito por 3.8 millones de dólares al ION que se quedaron cortos.
Descentralización paralela
El desvío de $202 millones a gobiernos locales en manos del Partido Revolucionario Democrático (PRD) actualmente en el gobierno ha develado la llamada descentralización paralela.
Desde el 16 de mayo pasado, cuando La Prensa reveló que la Autoridad Nacional de Descentralización (AND) ha autorizado pagos no autorizados por más de $200 millones a 473 de las 679 juntas comunales en el país, prescindiendo del marco legal establecido, el silencio del Contralor General de la Repúblico, Gerardo Solís ha sido notorio.
Este incidente ha generado una gran preocupación en relación al escaso papel que desempeñan los organismos de control en un gobierno que administra un presupuesto anual de más de $27 mil millones.
Millonarias primarias
El magistrado Luis Alfonso Guerra, en su momento, proporcionó detalles sobre el costo total de las cuatro elecciones primarias (PRD, Cambio Democrático, Realizando Metas, Partido Panameñista), que se estima cercano a los $10 millones.
Hasta ahora, se han utilizado $4 millones 473 mil 111, de los cuales $3 millones 120 mil correspondieron a las primarias del Partido Revolucionario Democrático (PRD), celebradas el 11 de junio, y $1 millón 353 mil 111 se destinaron a las primarias del partido Realizando Metas, llevadas a cabo el 4 de junio.
Durante los meses de junio y julio de este año, los cuatro principales partidos con más seguidores elegirán a través de primarias a sus candidatos para la presidencia, diputados de la Asamblea Nacional, alcaldes y representantes de corregimiento, siguiendo las disposiciones del Decreto 29 del 30 de mayo de 2022.
Al ver estos casos, cómo la descentralización paralela y los recursos que se van a partidos y a gasto superfluo, Carlos Araúz no vaticina que vaya a cambiar el panorama a menos de un año para las elecciones generales.
“Estamos en un año electoral, entonces no anticipo que el vale digital se elimine, ni que los subsidios bajen, ni que las planillas se controlen, ni que la descentralización sea modificada, porque estamos entregados a la inmediatez, todo para ya, sin planificación y con mucha improvisación”, indica Araúz.
Araúz advierte que la inversión extranjera directa necesita rendición de cuestas, y viene en caída libre lo que afectará la creación de empleo. “Hay que enfocarse en varios pilares. Uno de ellos mejorar la calidad de la educación enfocada en ciencia e innovación para crecer de forma sostenible”.
Pero la prioridad está en otros enfoques: lograr votos.