La desnutrición, así como el sobrepeso u obesidad, es un problema de salud pública que Panamá aún no ha podido erradicar. En este país, los más afectados por la falta de nutrientes son los niños de cero a cinco años: en total 13 mil pequeños.
Pero, ¿cómo se ve un niño bajo de peso? Es la primera pregunta para el doctor Rafael Ortega, subdirector médico del centro de salud de Felipillo en el corregimiento 24 de Diciembre, al este de la ciudad, quien a diario ve este problema que afecta a 4 de cada 100 niños menores de cinco años en el país.
Ortega, quien ha dedicado algunos minutos de la atención de sus pacientes para atender a este diario, lo explica: “son muy pequeños para su edad, delgados, inactivos, y algunos tienen el vientre abultado”.
Es que los niños con talla y peso inferiores a su edad no son risueños, inquietos, traviesos, curiosos o ruidosos como cualquier otro menor que cuenta con buena salud. Por el contrario, la característica que más los identifica, dice Ortega, es que son hipoactivos: no muestran interés por las actividades que ocurren en su entorno.
Esta característica se genera por la deficiencia de vitaminas y minerales en su organismo.
