La posibilidad de incorporar a otros sectores en la mesa de diálogo que sesiona en Penonomé se torna cada vez más compleja, luego de que ayer martes la Alianza Nacional por los Derechos de los Pueblos Organizados (Anadepo) descartara esa posibilidad.
“¿Cómo nos vamos a sentar con la empresa privada que ha dicho que no reconoce estas alianzas? ¿Cómo sentarnos en esa segunda fase? ¿Cómo sentarnos cuando no tenemos los cumplimientos de los ocho puntos?”, preguntó Alirio Prado, de la Anadepo, al salir de una reunión en la Arquidiócesis de Panamá, en la capital, en la que también participaron miembros del Ejecutivo.
El propósito original de ese encuentro era buscar consensos en torno a la segunda fase de las conversaciones. Sin embargo, nada de eso ocurrió, por lo que ese asunto sería definido mañana jueves, cuando se retome la plenaria en Penonomé, provincia de Coclé.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, Marcela Galindo, manifestó ayer martes que siempre estarán dispuestos a dialogar; sin embargo, indicó que necesitan que las conversaciones se den dentro de un ambiente apropiado para la construcción, con ideas y propuestas.
Diálogo: sin consenso para la segunda fase
Sin un panorama claro y sin una fecha para iniciar la segunda fase, mañana jueves 15 de septiembre será reanudada la plenaria de la mesa del diálogo que sesiona en Penonomé, Coclé, en la que participan representantes del Ejecutivo y de los grupos sociales que en julio pasado paralizaron el país.
En este escenario, ayer martes fracasó el intento de la iglesia católica –facilitadora de la mesa– de encontrar una salida a la primera fase de las conversaciones.
Las dos partes (las tres alianzas, por un lado, y el Ejecutivo, por el otro) se reunieron en la Arquidiócesis de Panamá, en la capital, para abordar el tema, pero en el encuentro –que se dio a puerta cerrada y duró cerca de una hora– no hubo acuerdo. Es decir, no se logró establecer quién será el facilitador para la segunda fase, los temas que se abordarán ni la cantidad de representantes de cada sector que participará.
Al salir de la reunión, los miembros de las alianzas dejaron claro su malestar con el sector privado, por haber demandado ante la Corte Suprema de Justicia, algunos de los acuerdos surgidos en la mesa del diálogo.
“¿Cómo nos vamos a sentar con la empresa privada, que ha dicho que no reconoce estas alianzas? ¿Cómo sentarnos en esa segunda fase? ¿Cómo sentarnos cuando no tenemos los cumplimientos de los ocho puntos?”, preguntó Alirio Prado, de la Alianza Nacional por los Derechos de los Pueblos Organizados (Anadepo).
Antes de que iniciara la reunión, las alianzas reiteraron sus quejas de que el Gobierno no está cumpliendo con los acuerdos pactados en la mesa.
En el encuentro, convocado por el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, la iglesia, en su papel de facilitador, dejó por sentado a los miembros de las alianzas y al Ejecutivo en qué consistían las dos fases del diálogo y la urgencia de que se pase la página de la primera etapa y se incorpore a nuevos actores.
“En la primera etapa, se abordaría la problemática de una manera coyuntural y se pasaría a la segunda fase, donde se abordaría en forma más profunda para delinear el camino de transformación del país, para que Panamá sea más justo y equitativo”, explicó Francisco Blanco, del equipo facilitador, al terminar la reunión.
A su vez, el viceministro de Comercio, Omar Montilla, se limitó a decir que en la plenaria de mañana jueves buscarán la manera de culminar la primera fase.
Además de Montilla, por el Ejecutivo participaron en la reunión el viceministro de la Presidencia, Carlos García, y el viceministro de Gobierno, Cristóbal Tuñón.
Personas que estuvieron en el acto narraron a este medio que los representantes del Ejecutivo no emitieron opinión y el encuentro acabó con la queja de las alianzas de que esta reunión debía contar con la cobertura de los medios de comunicación.
Por ello, en la plenaria prevista para mañana jueves, las alianzas acordaron que los temas que esperaban abordar en la Arquidiócesis de Panamá se tratarán en la mesa.
En tanto, durante un encuentro con periodistas en la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura, su presidenta Marcela Galindo, manifestó que “siempre estarán dispuestos a dialogar”.
Sin embargo, indicó que esperan “que el diálogo se de dentro de un ambiente listo para la construcción, con ideas y propuestas que lleven a resolver las necesidades de la población”.
Desde hace varias semanas, la mesa instalada en el centro Cristo Sembrador, en Penonomé, Coclé, agotó siete puntos de la agenda: canasta básica, combustible, medicamentos, educación, energía, Caja de Seguro Social y corrupción. Se estancó en octavo y último punto, que está relacionado con la conformación de la llamada mesa intersectorial y de seguimiento.
Hasta la última sesión, el sábado 3 de septiembre, las dos partes no hallaban consenso sobre la metodología para incorporar a las conversaciones a otros actores que han solicitado su inclusión.
Por un lado, el Ejecutivo planteó convocar por decreto a la segunda fase del diálogo e ir definiendo en esa instancia la metodología y los temas a tratar. Por otro, los grupos sociales (Anadepo, Alianza Pueblo Unido por la Vida, Anadepo y Bastión de Lucha del Oriente Chiricano, pueblo Ngäbe Buglé) pusieron sobre la mesa una propuesta, en la que definen los temas que se deben tratar en la segunda fase. Proponen que el facilitador no sea del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
(Con información de Alex Hernández).