Seguridad social, asuntos laborales, soberanía alimentaria, educación y los disensos de la primera etapa son parte de los temas que se tratarán en la segunda fase del diálogo de Penonomé, conversaciones en las que participarán miembros de tres alianzas sociales, gremios empresariales, el gobierno, entre otros sectores.
De acuerdo a lo que explicó Saúl Méndez, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), uno de los grupos que integran la Alianza Pueblo Unido por la Vida, en lo laboral pretenden tratar salario mínimo, contratación y ajuste de pensiones. También habló de discutir “el modelo económico”, tema que inquieta a los empresarios.
El Ejecutivo aceptó que el diálogo continúe trasmitiéndose por el canal estatal Sertv. Las primeras dos reuniones se celebrarán el 6 y 7 de octubre en la Universidad Tecnológica de Panamá, jornadas en las que se escogerá al facilitador. El resto de las reuniones se desarrollarán en Penonomé, tal como en la primera etapa. Justamente por esos días se cumplirán los tres meses de la vigencia del subsidio al combustible (18 de octubre), tema que nació del diálogo, por lo que este será otro de los asuntos a tratar.
Los grupos sociales acusan al sector privado de “sabotear” los decretos del diálogo, por lo que van dispuestos a pelear por los acuerdos alcanzados durante casi dos meses.
Laboral y seguridad social, en la nueva agenda del diálogo
A las 9:14 p.m. del viernes 16 de septiembre sonó el himno nacional en el Centro Cristo Sembrador, de la iglesia católica, en Penonomé.
Se cerraba la primera fase del diálogo entre los tres grupos sociales que paralizaron el país en julio pasado, y representantes del Ejecutivo. Discursos, y la firma de un documento cerraron el trato. Ese momento se dio luego de casi dos meses de conversaciones y después de alcanzar consensos en varios de los temas que ocasionaron los cierres de calles: canasta básica, combustible, energía, medicamentos, educación, seguro social, corrupción, y la mesa interseccional.
Sobre la mesa
Este último punto había trancado las conversaciones. Al final las dos partes acordaron que los disensos de la primera etapa se discutirán en la segunda fase, donde también se hablará de seguridad y soberanía alimentaria; pueblos originarios, derechos humanos, y ambiente; vivienda y hábitat (infraestructura pública); educación, juventud y desarrollo social; salud y seguridad social; laboral; y transporte y logística.
Pulseo
Sin embargo, ese periodo implica grandes desafíos, hecho que ya reconocen algunos de los actores de la mesa, y que quedó en evidencia en los discursos de cierre de la primera etapa: la discusión de temas espinosos (seguridad social, y laboral, por ejemplo) y la negociación con el sector empresarial, a quien las alianzas acusan de “sabotear” los acuerdos que han surgido de la mesa de Penonomé.
Algunos de los que hablaron el pasado viernes en la noche fueron: Alirio Prado, Jorge Guzmán, Armando Espinoza, Saúl Méndez, Santiago Montenegro, Domingo Montezuma, Angel Prado Rodríguez, Iván Rodríguez, Pastor Falconett, y Kenio Rodríguez. En buena parte de esos discursos se señaló el incumplimiento del gobierno de Laurentino Cortizo a lo pactado a la mesa, sobretodo en lo referente a medicina, y canasta básica; y se criticó al sector privado a quienes acusaron de “desafiar al pueblo panameño”, al no respetar lo acordado en el diálogo.
“Subieron los precios de los alimentos, subieron los precios de los medicamentos, subieron los precios de la energía (....) El arroz de primera lo escondieron, lo vendieron como especial, el arroz que venden de primera no es de primera según un estudio de la propia Acodeco. Los decretos promulgados (que surgieron de la mesa) han sido violados por los empresarios, permanente y sistemáticamente (...), aseguró Saúl Méndez, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), uno de los miembros de la Alianza Pueblo Unido por la Vida.
Algo similar dijo Kenio Rodríguez, de la Alianza Nacional por los Derechos de los Pueblos Organizados (Anadepo). “La empresa privada o la burguesía, ha tratado de opacar esta mesa con campañas sucias. Si el precio todavía se encuentra alto tanto en las farmacias como en los supermercados, no es culpa de los dirigentes. Ha sido culpa tanto del Gobierno, como de la empresa privada que ha ocultado los alimentos y los medicamentos (...)”, manifestó.
Papa caliente
En una entrevista que dio a los medios de comunicación después de la reunión, Méndez aseguró que la segunda etapa era la más “profunda”, citando palabras de la iglesia católica, facilitadora de la primera etapa del diálogo, y enseguida citó los asuntos sobre los que aspiran lograr pactos, entre ellos, uno de los más punzantes: el laboral. Según el dirigente del Suntrac, la idea es que se pongan de acuerdo en salario mínimo, contratación y ajuste de pensiones. Este último tema está ligado a otro no menos polémico: la Caja de Seguro Social. Pero, también adelantó que abordarán el de los “modelos económicos”, asunto que revuelve a varios sectores del país, entre ellos al gremio empresarial.
“Así que digamos que vamos a la fase más profunda”, añadió Méndez.
Los planes de la empresa privada
Los gremios empresariales ya adelantaron que antes de sentarse en la mesa ellos revisarían todo lo que se acordó en la mesa de Penonomé.
Alicia Jiménez, de la Federación de Cámaras de Comercio de la República de Panamá, y vocera de la Gran Alianza Nacional por Panamá, organización que aspira a participar en la segunda fase, aseguró recientemente a este medio que ellos abogan por una “metodología ampliamente consensuada entre todas las partes” y “revisar lo actuado” desde julio pasado, antes de iniciar las conversaciones de la segunda etapa. De hecho, la Gran Alianza por Panamá, que aglutina a 150 organizaciones del sector productivo del país, ya convocó a una conferencia de prensa mañana lunes a las 10:00 a.m. en el Sindicato de Industriales de Panamá.
Gobierno optimista
Pero los representantes del gobierno de Cortizo en la mesa despidieron la primera fase de las conversaciones con discursos cargados de frases triunfalistas, y optimistas.
Rogelio Paredes, ministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial, uno de los ocho representantes del Ejecutivo que estaban el pasado viernes en Penonomé, tildó de “histórico” el cierre de la primera fase. “Debe haber actitud positiva y voluntad. Termina una etapa e inicia otra, la única bandera que puede ondear es la de Panamá”, sostuvo. Algo similar expresó Roger Tejada, viceministro de Trabajo Desarrollo Laboral, una de las caras del Ejecutivo que estuvo presente en casi todas las reuniones. Manifestó que lo acordado “deja en claro la voluntad de garantizar la paz social”.
El Ejecutivo selló la mesa de Penonomé
En una resolución publicada en Gaceta Oficial el pasado sábado 3 de septiembre, Ejecutivo oficializó la “instalación” y “legalización” de la Mesa Única de Diálogo por Panamá, mediante la Resolución No. 090-R-069 del 8 de agosto de 2022, del Ministerio de Gobierno. En dicho documento, se detallan los ocho puntos de la agenda de trabajo de la mesa en una primera fase, entre otros aspectos.
La logística
La logística para las siguientes conversaciones está planteada. Seguirán sesionado en Penonomé, se reunirán dos días de la semana, y cada una de esas sesiones durará ocho horas. Cada grupo tendrá ocho miembros principales y sus suplentes. La iglesia católica, facilitadora de la primera etapa, hará la convocatoria de la primera reunión. Ya hay fecha: el 6 y 7 de octubre, a las 10:00 a.m., pero esos dos primeros encuentros se desarrollarán en la capital, en la Universidad Tecnológica de Panamá. Al menos eso fue lo que leyó Eduardo Gil, de Convergencia Sindical, durante la noche del viernes. Sertv, el canal de televisión del Estado, seguirá transmitiendo las reuniones.
En la primera sesión (6 de octubre) se escogerá al facilitador. En las dos últimas reuniones (jueves 15 y viernes 16 de septiembre), el Gobierno propuso dos nombres: la Defensoría del Pueblo, y Julio Murray, presidente del Comité Ecuménico de Panamá, pero las alianzas no los aceptaron.
Tampoco quieren que sea el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.