Luego de años de peleas silenciosas y batallas gestuales, las disputas entre los hombres del Presidente y los dirigentes históricos del PRD han salido a la luz pública con una virulencia sorpresiva.
El ex presidente Ernesto Pérez Balladares llamó al presidente Martín Torrijos a suspender la Ley 17 –y finalmente se decidió en esa dirección–, y pulsó la llaga de la polémica al decir que "culpar a los gobiernos anteriores es una forma de escapar a lo que debemos hacer hoy. Nosotros hicimos lo que nos tocó hacer", sentenció el ex gobernante, saliendo así al cruce de una idea que el Gobierno intentó instalar ante la opinión pública: que ninguno de los últimos gobiernos se animó a meterse con este tema y que por eso son responsables parciales de la debacle de la Caja de Seguro Social (CSS).
Mitchell Doens, ministro durante la gestión Pérez Balladares, también echó leña al fuego que se generó tras aprobarse las reformas a la CSS. "En el PRD hay un gran malestar por la forma en la que se conducen los acontecimientos. Hay una camarilla tecnócrata en el poder y lo cierto es que el partido no participa de las decisiones. Por eso, es injusto que el partido pague los platos rotos", explica el dirigente mientras sube aún más la apuesta. "Les pido a los militantes y compañeros del PRD que suelen ir a las marchas contra la ley que lleven sus banderas del partido para que la sociedad pueda ver lo que está pasando".
Y lo que está pasando es algo que si bien muchos suponían que podía pasar, pocos lo esperaban. "El PRD había demostrado hasta ahora una disciplina ejemplar. Sin embargo, a un año de haber llegado al Gobierno, la oposición interna no para de crecer. Torrijos no termina de lograr que los viejos dirigentes le sean fieles", afirma el constitucionalista Miguel Antonio Bernal.
"El PRD es un partido ‘roncón’, como lo quería Omar Torrijos", se suma a la discusión el alcalde Juan Carlos Navarro, eligiendo sus palabras con bisturí, como si fuese un cirujano. "El propio Presidente ha dicho que el método elegido para sancionar la ley pudo haber sido mejor y de eso yo interpreto que podría haberse consultado más", sentencia el Alcalde.
Balbina Herrera, en cambio, es más frontal. "Son las opiniones de dos hombres del partido, pero eso no genera una crisis. En Latinoamérica, lamentablemente, es imposible separar al Gobierno de su partido", analiza la ministra de Vivienda, y va aún más lejos. "¿Acaso el tema de las partidas discrecionales de Pérez Balladares no afecta la imagen que la sociedad tiene del PRD?", se pregunta. "Tenemos que entender que Torrijos es el Presidente de todos los panameños y no puede pensar sólo en el PRD, sino en lo mejor para Panamá, en sanear la Caja, esos son nuestros desafíos", culmina Herrera.
"Nosotros también tenemos a nuestros dinosaurios", se ríe un miembro del Gobierno que elige el anonimato, y por eso hace nombres. "Gente como Gerardo González, Arturo Melo, el propio Jerry Wilson, son hombres con mucha historia que están trabajando duro y codo a codo junto al Presidente", explica. "Doens quiere reinsertarse en el partido y por eso busca aglutinar a los disconformes. Pero no tengas dudas: en el PRD manda Torrijos".