No hizo un mea culpa, descartó cualquier vínculo con algún acto de corrupción y dijo que el tema ha sido “meramente político”. Ileana Molo, directora del Instituto para la Formación y el Aprovechamiento de los Recursos Humanos (Ifarhu), defendió a capa y espada los controversiales auxilios económicos que han quedado en manos de hijos de diputados, de ministros, empresarios y de un grupo de influencers.
“Son chicos que han cumplido los criterios (de la institución) y que han tenido una vida académica ejemplar”, manifestó luego de cuestionar que se ventilaran sus casos. “¿imagínense cómo se pueden encontrar esos muchachos? Afectados. Porque salen sus nombres. Se especula con sus historias”, argumentó.
Incluso, dijo sentir “pena ajena”, por ellos y aseguró que “se está invirtiendo en panameños y panameñas que se están preparando para fortalecer su vida profesional”.
Molo, quien fue nombrada en el puesto a finales de febrero pasado, luego de que Bernardo Meneses dejó la institución para emprender su carrera como candidato a diputado por Arraiján, catalogó a su institución como una de las “más nobles” que tiene el país “porque busca el fortalecimiento de las capacidades de los estudiantes”.
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En una entrevista en Sin Rodeos, programa que conduce el periodista Álvaro Alvarado y que se transmite por Omega Stereo, Molo, expresó que se ha “manchado” el programa que tiene “los beneficios más fuertes de la institución”.
“Wao. Cómo los han manchado (los recursos económicos)”, manifestó, ignorando el malestar ciudadano que se generó cuando se conocieron algunos de los nombres de los beneficiados: Fernando Broce, instagramer panameño y sobrino del diputado Eric Broce ($147 mil); Jorge Jaén Ruiz, hijo de la ministra consejera de Salud, Eyra Ruiz ($180 mil); Ana Cristina Díaz Zapata, hija de la ministra de Trabajo, Doris Zapata (18 mil 194); Diego Abrego Díaz, hijo del diputado Roberto Ábrego ($190 mil); Paola Testa Rodríguez, hija de la diputada Zula Rodríguez ($61 mil).
Estos son solo algunos ejemplos, la lista es más larga.
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Molo, quien en abril de 2022, publicó en su cuenta de Instagram que tiene 25 años de militar en el gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD), explicó que auxilios económicos es el nombre de una partida, y que para aplicar a una de estas ayudas es necesario cumplir con requisitos que van desde la admisión en una universidad hasta obtener buenas notas.
“Es un renglón y dentro de ese renglón o de esa partida, se subdividen muchos programas. Son ayudas que van dirigidas a los estudiantes panameños que tengan interés en superación personal a través de estudios a nivel nacional o en el extranjero. Es un beneficio al que todos los panameños pueden optar y, por supuesto, es necesario que cumplan con unos criterios muy específicos. El principal criterio son sus notas. El estudiante se acerca a la institución, presenta una propuesta, y en esa propuesta tiene que tener una admisión del centro de estudio, del área académica o de la universidad donde él desee estudiar”, añadió.
También dijo que el beneficio implica corresponsabilidad y no es un “cheque en blanco”.
El nivel socioeconómico y los privilegiados
Cuando le consultaron por la condición socioeconómica del estudiante, contestó que ese aspecto es valorado por un equipo de sociólogos de la entidad y dijo: “lo importante acá es que sepan que luego de que nosotros recibimos la admisión (a la universidad) y el plan completo de estudios, Ifarhu realiza un cronograma para efectuar esos pagos (...)”.
Los pagos se hacen, dijo, siempre y cuando el estudiante tenga buenas notas. “Si el estudiante decide abandonar los estudios, debe devolver hasta el último centavo. No es dar por dar.”, sentenció. No profundizó sobre cómo es el criterio para otorgar los beneficios a los hijos de los diputados y de los ministros. Diputados y ministros ganan $7 mil al mes si se toma en cuenta su salario y gastos de representación. Adicional tienen otra serie de beneficios.
¿Transparencia?
Le reclamaron por la poca transparencia, sobre todo en la lista de los beneficiarios de los que reciben las beneficios. ¿Por qué el secretismo? Le preguntó el periodista Rolando Rodríguez, quien estaba en el programa.
“Desde que estamos en nuestra administración uno de los objetivos ha sido transparentar nuestros procesos, para que sean de una línea amplia, con datos abiertos y que puedan ser accesibles para toda la ciudadanía”, respondió la directora del Ifarhu, pero con la siguiente frase, inmediatamente se contradijo.
“Pero aquí hay aspectos importantes…no solamente salvaguardamos a los estudiantes, sino también a su entorno familiar. El que existan datos abiertos con nombres en específico, con montos en específicos, estaríamos vulnerando a los estudiantes”, manifestó.
A su juicio, esa información (beneficiados con becas y auxilios económicos), se presta “para temas meramente políticos”. “Siento pena ajena por esos muchachos que en su momento pudieron acercarse a la institución para buscar una ayuda económica para fortalecer su vida profesional. Aquí estamos invirtiendo en panameños y panameñas, en estudiantes. No pudiéramos pensar que estamos cometiendo actos de corrupción cuando yo estoy viendo con optimismo a un estudiante que se va a preparar y que tiene que retornar y que si fracasa nos tiene que devolver el dinero (Sic)”, añadió.
Los recursos
“Aquí estamos cuidando. Aquí estamos cuidando”, manifestó la jefa de una institución que maneja centenas de millones. El Ifarhu sustentó un presupuesto para 2024 de $595.8 millones. Se trata de $153 millones más de lo que se le asignó a esta institución para 2023: $442.2 millones. De esos, $518.1 millones se destinarían al polémico programa de Becas de Asistencia Educativa y Auxilio Económico. Sin embargo, el Ejecutivo aún tiene pendiente definir el presupuesto para 2024.
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Los periodistas le dijeron que no es suficientemente válida la protección de la identidad de los beneficiados cuando si el mismo Ifarhu dice que esta es una premiación a su esfuerzo. De hecho, añadieron, en otras ocasiones el Ejecutivo ha divulgado los nombres de los que ganan becas. Y una vez más le preguntaron que ¿cómo se justifica que hijos de diputados reciban auxilios?, puesto que este sería un caso de tráfico de influencias.
Molo intentó esquivar el asunto, nombrado otros programas del Ifarhu, como Transformando Vidas y otros.
“No se cuestionan estos programas tan hermosos. ¿Por qué hay hijos de diputados y ministros recibiendo auxilios? le preguntó Álvaro Alvarado.
“Los estudiantes vienen, presentan su solicitud y nosotros valoramos según su criterio si cumplen o no”, respondió la directora.
Aquí contó que desde hace siete meses están trabajando en una propuesta de ley para fortalecer los procesos. No descartó que se incluya entre los requisitos la prohibición de entregar estos beneficios a allegados de funcionarios y otros con perfil similar. “Lo que tenemos hoy día es una herramienta que permite que el estudiante que va a hacer estudios superiores, pueda hacerlo siempre y cuando con nuestros lineamientos internos. Estamos fortaleciendo, estamos apostando al esfuerzo, al mérito, dando oportunidad a estudiantes, a miles de estudiantes que forman parte de nuestros programas”, aseguró.
Negó que en su gestión se exija cartas de diputados como requisitos para dar los beneficios. Cuando era director del Ifarhu, Bernardo Meneses, confesó que esta práctica existía. Lo dijo el 31 de agosto de 2022, en la Comisión de Presupuesto, de la Asamblea Nacional, mientras sustentaba la cifra con la que el Ifarhu pretendía trabajar en 2023. Confirmó que al Ifarhu sí llegan personas con cartas de diputados y aceptó que funcionarios de su institución les recomiendan que lleven dicha carta para facilitar los trámites.
“Han llegado estudiantes con cartas de este órgano del Estado [la Asamblea Nacional] y me siento indignado”, dijo Meneses, quien negó que esas cartas fueran garantía o requisito para recibir ayudas, aunque admitió que “hemos tenido casos de funcionarios que dicen eso”, aseguró.
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