El ex presidente Ernesto Pérez Balladares reiteró ayer que no es accionista de Shelf Holding Inc., la sociedad anónima que recibió constantes sumas de dinero de Lucky Games S.A., una empresa a la que su propio gobierno le otorgó una concesión directa para explotar nueve salas de máquinas tragamonedas. “El hecho de que usted firme en una cuenta corriente de una sociedad anónima no lo convierte automáticamente en dueño de esa sociedad anónima”, dijo. Y agregó, impasible: “No soy el dueño de Shelf Holding”.
El encargado de depositar los fondos de Lucky Games S.A. en la cuenta de Shelf Holding Inc. era Carlos González Carrasquilla, presidente de esa empresa de juego hasta 2007.
“Por qué Shelf Holding recibió eso [el dinero] es un asunto interno de mi familia que no tengo porque divulgar, a menos que alguien pueda demostrar que fueron fondos mal habidos, lo cual es totalmente imposible”, razonó Pérez Balladares durante una entrevista que concedió a Canal 4.
Los supuestos accionistas de Lucky Games S.A., que se escondían detrás del testaferro González Carrasquilla según información de la Junta de Control de Juegos (JCJ), son el yerno del ex presidente, Enrique Pretelt, y su amigo y ministro de Estado cuando se firmó el contrato Roosevelt Lito Thayer.
“No tengo por qué estar debatiendo, para el bienestar del diario La Prensa ni para nadie, lo que suceda en el seno de mi familia en cuanto a los movimientos económicos y financieros”, insistió el ex jefe de Estado.
A pesar de negar ser dueño de Shelf Holding Inc., los movimientos de la cuenta bancaria de esa sociedad –que fueron entregados a este diario por fuentes de entero crédito y verificados por investigaciones periodísticas propias durante tres meses– eran controlados por Pérez Balladares.
De hecho, el ex presidente usó esa cuenta –abierta en el Banco Panameño de la Vivienda (Banvivienda)– para pagar a sus empleados, realizar donaciones políticas a partidarios del Partido Revolucionario Democrático, girar dinero a su esposa, enviar fondos para el mantenimiento de su yate y su avión, y hasta pagar un safari en el exterior, entre otras transacciones. Todas esas operaciones tienen la firma de Pérez Balladares (ver facsímil).
Shelf Holding Inc. se inscribió en el Registro Público el 26 de junio de 2003. La operación la realizó el bufete Infante & Pérez Almillano, cuyo socio principal, Héctor Infante, es abogado del ex jefe de Estado. En la junta directiva figuran “directivos nominales” de ese bufete. Ninguno tiene, según información bancaria, un patrimonio acorde con los alrededor de 8 millones de dólares que movió por el sistema financiero local Shelf Holding Inc. en los últimos años.
Al momento de dejar el Palacio de las Garzas, Pérez Balladares declaró un patrimonio de 3 millones de dólares, según dijo el ex contralor de Mireya Moscoso, Alvin Weeden
Pero Shelf Holding Inc. no fue la única sociedad de Pérez Balladares que recibió dinero de Lucky Games S.A. Mister Bull Corporation y Blue Cascade Inc. también recibieron constantes fondos de la empresa de juego. La primera sociedad es propietaria del yate de Pérez Balladares (Mr. Bull), mientras que la segunda es dueña de su avión ejecutivo. Consultado sobre el envío de dinero a esas sociedades, respondió: “¿Y? ¿Son mal habidos los fondos de Lucky Games? Yo no soy accionista de Lucky Games... ¿quién ha dicho que yo soy accionista de las otras dos sociedades?”.
El ex presidente, por otro lado, reconoció que en 1996 le otorgó en forma directa y gratuita una licencia para operar máquinas tragamonedas a Thayer y a su yerno. “Thayer no era funcionario en ese momento y mi yerno jamás lo fue. Son ciudadanos panameños y tienen todos los derechos y todas las obligaciones”, soltó.
‘La Prensa’ le hace ‘daño a la democracia’
Ernesto Pérez Balladares cargó ayer contra La Prensa. Dijo que “le hace un gran daño a la democracia” con sus investigaciones periodísticas y la acusó de presionar al Ministerio Público para que “de alguna manera coja preso a alguien”.
“Ellos tienen todo el derecho de publicar lo que se les dé la gana, y yo tengo mi derecho de exigir responsabilidades. A mí me parece que le hacen un gran daño a la democracia de este país”, afirmó.
Para el ex presidente, La Prensa busca crear “un ambiente de linchamiento” y reiteró que los reportajes publicados que lo vinculan con la industria del juego de azar “son todas falsedades”.
“Te condenan moralmente frente a la opinión pública (...) y luego agarran todo el paquete y se lo llevan al Ministerio Público y le dicen ‘bueno aquí está pues, ¿cuántos años le va a echar?’; y el Ministerio Público lo ve y dice ‘pero si aquí no hay delito’, pero la presión generada por la investigación, acusación, y por el juicio del diario produce angustia en los administradores de justicia”, amplió.
Por otro lado, el ex jefe de Estado se desdijo y negó que haya amenazado a La Prensa, aunque aclaró que “en algún momento tendrá que tener un castigo”. “Yo no hago más que defender lo que tengo que defender”, añadió. Según Pérez Balladares, hay una campaña “personal” en su contra, además de un “resentimiento profundo” de este diario contra el Partido Revolucionario Democrático. “Ellos tiene una fijación histórica que se ha quedado allá, en la época en donde lo cerraron ‘desde ya’ y toda esa cosa”, dijo.