La comparecencia de Eddy Rodríguez, recientemente designado embajador de Panamá en Nicaragua, generó un acalorado debate tanto en la Asamblea Nacional como en redes sociales.
Los diputados cuestionaron si el perfil del candidato cumplía con las expectativas para representar a Panamá en un escenario diplomático clave, mientras que la ciudadanía expresó su preocupación por la calidad de los nombramientos en cargos tan importantes.
En medio de la sesión, la diputada de la coalición Vamos, Walkiria Chandler, planteó una interrogante: “¿Estamos realmente llevando a las personas más capacitadas?”. La pregunta surgió durante la entrevista a Rodríguez, cuya hoja de vida, según se reveló, solo cuenta con un título de bachillerato y conocimientos básicos en programas como Word, Excel y PowerPoint.
La diputada abordó la discusión sobre si estas competencias eran suficientes para representar a Panamá ante una nación con la que se mantienen relaciones diplomáticas sensibles.
Cabe recordar que Nicaragua concedió asilo en su embajada en Panamá al expresidente Ricardo Martinelli, después de que fuera condenado a 10 años de prisión en el caso New Business.
Desde allí, Martinelli continúa participando en temas políticos, pese a que la Convención sobre Asilo de 1928, una de las invocadas por el régimen de Daniel Ortega para concederle protección, establece en su artículo quinto que “mientras dure el asilo, no se permitirá a los asilados practicar actos contrarios a la tranquilidad pública”.
A esto se suma una reciente declaración del expresidente José Raúl Mulino, quien señaló: “Martinelli está asilado en la embajada de Nicaragua, ejerciendo un derecho que deriva de acuerdos bilaterales recogidos en tratados internacionales. Esto no tiene relación alguna con la naturaleza del régimen nicaragüense, que sin duda es una dictadura política condenable desde todo punto de vista”.
En medio de ese delicado escenario, Chandler hizo un llamado de atención sobre el proceso de designación de embajadores, expresando su preocupación por la idoneidad de los candidatos seleccionados. La diputada de Vamos confesó su desconcierto al recibir la hoja de vida de Rodríguez, sugiriendo que no cumplía con las expectativas que debería tener un representante diplomático.
Chandler también hizo hincapié en la sensibilidad del contexto diplomático actual, refiriéndose a la importancia de mantener relaciones serias con ciertas naciones. “Es un tema muy sensible”, insistió, indicando que las decisiones en materia de diplomacia no deben tomarse a la ligera, ya que podrían tener consecuencias graves para el país.
Otra diputada que cuestionó a Rodríguez fue Janine Prado, también de la coalición Vamos, quien le preguntó si exigiría el cumplimiento de la Convención de Asilo, que prohíbe actuaciones políticas a los asilados, como es el caso de Martinelli.
Ante esto, el nuevo embajador de Panamá en Nicaragua respondió que no estaba “capacitado” para contestar esa interrogante, ya que dicho asunto lo maneja la Dirección General de Asuntos Jurídicos y Tratados del Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Todo lo que yo haga en ese sentido tengo que consultarlo, tengo que seguir la directriz del Ministerio de Relaciones Exteriores y de los despachos superiores”, dijo Rodríguez, quien ya fue embajador de Panamá en Nicaragua durante la gestión de Juan Carlos Varela (2014-2019).
Rodríguez contará con tres funcionarios que le colaborarán en su gestión diplomática en Nicaragua.
