El crimen organizado trae desde China e India a las personas migrantes hasta Panamá: Giuseppe Loprete

Panamá, específicamente el tapón de Darién, es uno de los epicentros de la crisis migratoria que azota el mundo. Comunidades indígenas desbordadas en migrantes, una reserva natural contaminada con toneladas de basura y un drama humano fuera de control.

Allí, en el corazón de la selva, ha estado presenciando lo que ocurre Giuseppe Loprete, jefe de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá, agencia de Naciones Unidas, que atiende este tema.

A juicio de Loprete esta situación de emergencia que experimenta toda la región exige una cooperación más fuerte y coordinada de todos los actores involucrados, para superar los factores adversos que obligan a las personas a buscar oportunidades más allá de sus propios países.

Y en momentos que el Gobierno está por anunciar esta semana nuevas medidas para frenar la ola migratoria, el jefe de misión de OIM considera que el reto número uno de las autoridades es combatir el crimen organizado: “Son redes internacionales bien organizadas que llegan hasta China e India y están trayendo a las personas migrantes hasta Panamá”.

¿Qué está pasando en el mundo, que muchas personas están migrando?

Según la estimación más reciente, en 2020 había en el mundo aproximadamente 281 millones de personas migrantes internacionales, una cifra equivalente al 3.6% de la población mundial. Globalmente, el número estimado de personas migrantes internacionales ha aumentado en las últimas cinco décadas. El total estimado de 281 millones de personas que vivían en un país distinto de su país natal en 2020 es superior en 128 millones a la cifra de 1990 y triplica con creces la de 1970. En el mundo hay varias áreas en crisis económica, política y social; ahí está el origen de la migración irregular que vemos en el Darién y en otras zonas. En este momento, la mayoría de las personas migrantes y personas en búsqueda de protección internacional son venezolanas, ecuatorianas, haitianas, y extrarregionales de China, India y Camerún.

¿Cuál es la realidad de la migración en Panamá?

Datos oficiales indican que han transitado por la selva de Darién muchas más de 300 mil personas en lo que va del año. Según declaraciones de las autoridades, en ciertas semanas de agosto se ha visto que entre 2 mil 500 y 3 mil personas han llegado diariamente a las comunidades de acogida de Bajo Chiquito y Canaán Membrillo. Las cifras de los niños, niñas y adolescentes migrantes también han aumentado en comparación con el año anterior. Mirando a la composición, y simplificando los datos muy complejos, de cada 10 personas migrantes hay cinco hombres adultos (50%), tres mujeres (30%), dos niños (20%). Son familias enteras que se están movilizando, que vendieron todo lo que tenían en su país de origen o dejaron otro país donde estaban en tránsito o viviendo por unos años, y ahora llegan al Darién y siguen hacia los países del centro y norte de América. Se han registrado históricamente más de 70 nacionalidades en el flujo de personas.

¿Cómo evalúan el flujo controlado que implementa el Gobierno a la caravana de migrantes que está llegando a Darién?

La OIM y, por supuesto, la comunidad internacional reconocen los esfuerzos del Estado panameño para responder a esta emergencia global y regional dentro del territorio nacional, así como su rol de administrador y gerente de las estaciones temporales de recepción migratoria en las provincias de Darién y Chiriquí. Ningún estado ni organismo internacional puede responder a esta crisis sin apoyo. Desde que comenzó la pandemia de la covid-19 y el inicio de los flujos migratorios a través del Darién como los conocemos hoy, ha habido muchos casos en los que el Gobierno de Panamá ha apelado a la cooperación regional. En 2021 se estableció la Unidad de Seguridad Fronteriza Humanitaria, luego de un proceso formativo conjunto entre la OIM y el Servicio Nacional de Fronteras, con el acompañamiento del Grupo de Movilidad Humana del Sistema de las Naciones Unidas en Panamá. Se está haciendo mucho y con muchos recursos, pero evidentemente, por el número de personas migrantes cruzando el Darién, no es suficiente y tenemos que subir nuestro nivel de apoyo, asistencia y estrategias comunes para enfrentar esta situación crítica.

¿Por qué se debe proteger al migrante?

Hay muchas personas tratando de cruzar muchos países, por diversas razones, a través de sus áreas más difíciles y peligrosas, en busca de una vida mejor. Personas con sueños, con expectativas, con familiares que los necesitan en sus países de origen. Que son sometidos a la violencia, el abuso, el hambre y la enfermedad, que ponen en peligro sus vidas y se rinden al destino. Es importante mencionar que las personas migrantes recurren a rutas irregulares y peligrosas debido a la escasez de rutas regulares para migrar. Por lo tanto, la OIM aboga por el establecimiento de rutas, canales y mecanismos seguros para proteger los derechos de las personas migrantes en tránsito y prevenir situaciones de vulnerabilidad asociadas con la migración irregular, como el tráfico ilícito de migrantes, la trata de personas, la violencia basada en género y otros riesgos.

¿Cree que hay una crisis migratoria mundial?

Nos enfrentamos a una emergencia con muchos desafíos. Tenemos que hacer un plan con todos los actores y países involucrados. Debemos evitar responder a las crisis solo en el día a día. Hay datos y capacidad, y a través de un plan estratégico a largo plazo con todos los actores involucrados se podrían encontrar soluciones e implementarlas en todos los países, empezando por Panamá.

¿Qué opina del papel que están jugando en este flujo migratorio comunidades receptoras de migrantes ilegales como Bajo Chiquito y La Peñita, en Darién, y Los Planes, en Chiriquí?

Esta es una emergencia tanto humanitaria, como de seguridad. Estas comunidades, con muy pocos habitantes y recursos ya limitados, reciben diariamente miles de personas migrantes. No se pueden abandonar 3 mil personas migrantes que ahora están llegando diariamente en estas comunidades. El papel de estas comunidades es fundamental, pero no lo pueden hacer solas o con apoyo mínimo. El acceso es difícil también. Responder a las necesidades de las personas migrantes irregulares en tránsito, así como a las necesidades de las comunidades receptoras, plantea importantes desafíos, principalmente relacionados con la financiación. En este sentido, se necesita urgentemente el apoyo de la cooperación internacional para responder en coordinación con los gobiernos locales y alcanzar una gestión de la migración que garantice no dejar a nadie atrás.

¿Cuál es el balance de las muertes de migrantes que ingresan por el área selvática de Darién?

Según el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, 227 personas migrantes han desaparecido durante su tránsito por el Darién desde que comenzó el registro en 2014. Los datos de este proyecto representan estimaciones mínimas del verdadero número de vidas perdidas durante la migración y las ubicaciones son aproximadas. Mientras que las personas migrantes que han logrado cruzar esa zona y los medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales han informado la presencia de cientos de restos no identificados. Debido a la falta de datos oficiales, la inaccesibilidad del sector, la presencia limitada de actores no gubernamentales, y la falta de atención por parte de los medios periodísticos, la mayor parte de las muertes y desapariciones de personas migrantes en la zona siguen sin identificación y sin verificación.

¿Cómo analizan el escenario, ahora que México y Estados Unidos endurecieron sus medidas migratorias?

La OIM entiende y respeta el derecho de los Estados a desarrollar medidas para proteger sus fronteras y la salud pública, pero dichas medidas deben adoptarse de manera estrictamente no discriminatoria, proporcionada y razonable, asegurando el respeto de los derechos humanos y cumpliendo con los estándares internacionales para promover una migración segura, ordenada y regular que beneficie a todos. Nuestra organización está comprometida a continuar apoyando a los gobiernos de la región en la búsqueda de soluciones apropiadas que conduzcan a una mejor gobernanza de la migración.

¿Cuál será el escenario si los mandatarios de la región no se sientan a tratar el tema migratorio?

En la situación actual, con las nuevas tendencias y la complejidad de estos flujos, ningún país por sí solo podría proporcionar una respuesta adecuada. Esta situación de emergencia que experimenta toda la región exige una cooperación más fuerte y coordinada de todos los actores involucrados para superar los factores adversos que obligan a las personas a buscar oportunidades más allá de sus propios países.

¿Qué opina de la posición del Gobierno sobre que Darién no es una ruta para migrar?

La selva del Darién es una región notoriamente remota que abarca la frontera entre Colombia y Panamá. No hay carreteras, el acceso es muy peligroso para las autoridades fronterizas y más aún para los actores humanitarios. Incluso totalmente equipadas y capacitadas, las autoridades fronterizas, como el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá, pueden acceder a la selva del Darién hasta cierto punto, justo en el lado de Panamá. En estos momentos no existe una migración segura y el reto número uno de las autoridades es combatir el crimen organizado. Son redes internacionales bien organizadas que llegan hasta China e India y están trayendo a las personas migrantes hasta Panamá.

¿Cuál es la posición de OIM ante los señalamientos del Gobierno de que los organismos internacionales tienen parte de la responsabilidad de la migración en Darién?

Los responsables que manejan este negocio global son los criminales que abusan de la voluntad de las personas migrantes de buscar una vida mejor en otro país o de sus miedos frente a la inseguridad y violencia ahí donde viven. La falta de acceso a información veraz y oportuna durante todo el proceso migratorio es una de las principales razones por las que las personas migrantes cruzan la selva del Darién. Por ejemplo, en 2021, cuando la OIM estaba desarrollando una campaña de comunicación que busca comunicar los riesgos de la migración irregular en América Latina y, particularmente a través de la selva de Darién, se realizaron una serie de entrevistas con actores clave y encontramos que, a pesar de tener una idea de lo que pueden enfrentar, la mayoría de las personas migrantes encuestadas dijeron que lo que encontraron en la selva del Darién superó sus peores expectativas. El reporte de junio, por ejemplo, menciona que, en cuanto a la información que les hizo falta durante el trayecto, 42% de las personas encuestadas reportaron no haber tenido suficiente información sobre la peligrosidad de la selva, la inseguridad con la que podrían encontrarse (12%), la dificultad para realizar ciertos tramos dentro de la selva (12%) y los costos asociados al trayecto (11%). Estos factores, combinados con la desinformación difundida por las redes criminales que trafican personas migrantes, constituyen algunas de las principales razones por las que seguimos viendo un aumento en los flujos migratorios a través de la selva del Darién. Nuestra organización trabaja en estrecha colaboración con los gobiernos de la región, cuando es necesario, para responder a las necesidades y desafíos a los que se enfrentan las personas migrantes irregulares. La OIM también trabaja con otras partes interesadas, incluidos otros organismos de las Naciones Unidas y organizaciones de la sociedad civil.

¿Cuál es el llamado de la Organización Internacional para las Migraciones a los países de la región, ante esta realidad migratoria que podría volverse más compleja?

Alentamos a los Estados a seguir practicando un enfoque regional, integral y colaborativo, y reiteramos apoyo continuo a las respuestas que aborden las obligaciones humanitarias internacionales y los objetivos de paz y desarrollo sostenible, en pleno respeto de los derechos humanos de las personas en situación de movilidad.

Ohigginis Arcia Jaramillo

Subeditor Sociedad