El Ministerio de Relaciones Exteriores realiza las gestiones para evitar que la Embajada de Panamá en Washington quede acéfala mientras llegan el nuevo ministro consejero y, más adelante, el nuevo embajador.
Tras la renuncia del embajador Jaime Alemán, que se anunció el 15 de diciembre de 2010 y se hizo efectiva el 2 de enero, su ministro consejero Jean-Pierre de Roux asumió las riendas de la embajada. Este también presentó su renuncia, efectiva el 31 de enero, de modo que ayer debió ser su último día en el cargo. Pero como su reemplazo no ha llegado a Washington, la Cancillería realizó las gestiones necesarias para que de Roux permanezca en el cargo hasta que llegue su relevo: Jonattan Del Rosario Arosemena, subdirector de Política Exterior de la Cancillería.
Para acreditar a Del Rosario como encargado de la misión panameña en Washington, hay un trámite que es “bastante expedito” y ya se está trabajando en ello, señaló ayer Alfredo Castillero, director de Política Exterior. Del lado estadounidense, un funcionario confirmó que el trámite solo consiste en una notificación oficial.
Del Rosario estará encargado de la embajada hasta que el próximo embajador llegue y presente sus credenciales, proceso que podría demorar dos meses o más.
El Ejecutivo designó a Mario Jaramillo como nuevo embajador, pero este no ha recibido aún el beneplácito del Gobierno estadounidense. Es usual que ese beneplácito demore varias semanas en concederse, y el nuevo embajador no puede viajar a Estados Unidos hasta haberlo recibido. Una vez concedido, es normal que haya otra demora de seis a ocho semanas en presentar credenciales al Presidente estadounidense.
Castillero Hoyos afirmó que Del Rosario está “plenamente actualizado” con los temas que vienen manejándose en Washington.
Del Rosario trabajó en la Embajada de Washington durante el gobierno de Martín Torrijos.