'Los embajadores deben vivir como ricos sin serlo'

'Los embajadores deben vivir como ricos sin serlo'


Miguel Lecaro, el hombre detrás de la Cumbre de las Américas, cuenta hoy las infidencias del evento. Es revelador sin dejar de ser diplomático.

En términos de protocolo, ¿qué salió mal?

En vez de la bandera de Haití pusimos la de Canadá.

Eso fue visible. Un error invisible.

La asignación de asientos. Los presidentes se ubican alternados a partir del centro, alfabéticamente, por nombre del país en español. Para evitar que unos quedaran al lado de otros con los que no se llevan, los pusimos de manera distinta a lo habitual.

¿Se refiere a Ecuador y Estados Unidos?

Es posible.

La impuntualidad del panameño es proverbial. ¿Cómo fue la Cumbre ahí?

Se invitó a los locales una hora antes del inicio real y así llegaron a tiempo.

¿Que Raúl Castro se haya tomado seis veces más tiempo que los demás es una falta al protocolo?

Definitivo. Eran seis minutos en verde, dos en amarillo y después en rojo.

El rojo como que también le gustó a Maduro… de hecho ese es su color.

Sí. A un primer ministro se le apagó el iPad donde tenía el discurso y tuvo que parar para reanudarlo.

De 1 a 5, califique a Varela en puntualidad.

En la Cumbre, 5.

Sí, porque en general… ¿Es mejor llegar tarde o llegar temprano?

Es igual de grave. Hubo cinco mandatarios que llegaron antes y los tuvimos que llevar a un cuarto VIP para disimular y después sacarlos como recién llegados.

¿Quién es más protocolar, Martinelli o Varela?

Varela, definitivo. Martinelli era más auténtico.

¿O sea que hacía lo que le daba la gana?

Lo dijiste tú, ja, ja.

¿Hay alguien más informal que Martinelli?

En Panamá no. Bucaram cuando era presidente: se trepaba a las tarimas y todo.

Y a los dos les decían locos... ¿Los presidentes reciben cursos de protocolo?

De imagen, sí.

De más a menos protocolares, los presidentes panameños post dictadura.

Toro, Varela, Mireya, Martín, Martinelli.

Con todos ha trabajado. Una anécdota de tres de ellos.

El Toro me botó en Roma por errores que no eran mi culpa y al día siguiente me volvió a contratar. Martín era humilde: se subía en el carro que le pusieran. Y Martinelli odiaba las ceremonias de cartas credenciales.

¿Usted cómo hace para quedar bien parado en todos los gobiernos?

Trabajar bien.

¿Y cepillar igual?

No es necesario.

De los presidentes que vinieron a la Cumbre, el más difícil de tratar.

Maduro. Nos enterábamos de lo que iba a hacer media hora antes.

¿Cómo el Gobierno se arriesgó a permitirle ir a un mitin en El Chorrillo?

Bajo su responsabilidad.

El más juicioso.

Peña Nieto, pese a que las mujeres suspiran por él.

Hasta que ‘googlean’...

Es un jefe de Estado.

El más obsesionado con la seguridad.

Estados Unidos. Delegación de unas mil personas.

Entiendo que Venezuela trajo hasta perros…

Así es.

Las delegaciones más grandes fuera de la de Estados Unidos.

Venezuela, Argentina, Canadá y México. Hubo quienes hicieron lo mismo con 35 personas.

¿Quién robó más cámara: Evo, Maduro o Lorena?

Yo creo que Maduro.

¿Los guardaespaldas de Obama se portaron bien o como en Cartagena?

Hasta donde sabemos, bien: pagaron sus cuentas.

O sea que se portaron mal pero bien…

Ja, ja, ja, ja.

¿Panamá invitó a Cuba por iniciativa propia o porque Obama ordenó?

Idea propia y riesgosa.

¿Con qué criterio se asignó a las delegaciones en los hoteles?

Sorteo. Luego Venezuela y Colombia intercambiaron porque Venezuela quería el Sheraton para que Maduro fuera caminando a Atlapa.

La petición más rara que le hicieron los gobiernos.

Probar antes la comida.

¿Es verdad que La Bestia se dañó en calle 50?

Eso escuché. Un problema en la dirección.

¿Cuantas bestias había en la Cumbre?

Dos con ruedas.

¿Y sin?

Varias…

¿Cómo hizo para controlar a los colados? ¿Llegaron muchos?

No. Se controló bastante.

¿La Cumbre de verdad salió más barata de lo estimado o anunciaron un presupuesto inflado para después poder decir eso?

Se manejó con lupa.

¿Cuánto costó la cena de la Cumbre? ¿Es cierto que cada plato costó $290?

Las actividades sociales las manejó Presidencia.

¿Qué hacían Bern, Alberto Vallarino y Rabello el de Odebrecht, entre otros célebres empresarios, en la cena de presidentes?

Las invitaciones las manejó Presidencia también.

¿Y el contrato de los gafetes —donde hubo despelotes— quién se lo ganó?

El contrato lo manejó reservado el SPI.

Eso no huele bien...

Es tema de ellos.

Cambio de tema. ¿El tuxedo pasó de moda?

Sí.

¿Qué significa cada código de vestimenta?

Traje de calle es saco y corbata. Semiformal es saco sin corbata o guayabera. Informal es jeans.

¿Qué incidentes salidos del protocolo ha visto?

En una cumbre, el yate de Clinton se quedó atascado en un banco de arena. Y en la toma de posesión de Daniel Ortega no alcanzaron las medallas que estaban dándoles a los presidentes.

Usted ha estado en las asambleas de la ONU, en las exequias de Juan Pablo II, en giras presidenciales; recibió a Hillary Clinton en 1997 y a Joe Biden en 2012 y organizó el acto del Centenario, el Miss Universo y el Congreso de la Lengua Española. Anécdotas.

Los folletos turísticos del Congreso de la Lengua Española estaban en inglés. Juan Pablo II ya se veía gris cuando lo vimos; el desorden para entrar a esos actos era tal que podía entrar quien dijera que era jefe de Estado. Y con Joe Biden, en el Canal empezó a llover y el Servicio Secreto no nos dejó sacar paraguas.

¿Qué debe hacer un anfitrión con los que quebrantan las reglas?

Pedirles que las respeten.

Varela no paró a nadie a los ocho minutos...

No hubiera sido cortés.

Una anécdota de Cristina Kirchner.

Su médico personal, siempre, en su mismo salón.

De Raúl Castro.

Su carro lo metieron detrás del escenario en Atlapa.

¿Es verdad que hubo empujones entre la delegación argentina y la seguridad panameña porque ellos querían entrar con más gente de la permitida a la sala de presidentes?

Prefiero no contestar.

El mejor protocolo que ha visto, ¿de qué país es?

Japón. Milimétrico. Debe estar en el elevador a las 7:17 p.m. Sale del lobby, 7:21 p.m. Aborda carro, 7:22 p.m.

¿Y el más relajado?

Los latinos en general.

¿Hay igualdad de género en el protocolo?

Sí.

Un truco si no como la comida que me sirven.

Probarla y dejarla. Y decir: estoy a dieta.

¿Usted qué tan protocolar se considera de 1 a 5?

1. Me pagan por hacerlo, así que cuando no me pagan no lo hago.

Sí, porque cuando era embajador en Nicaragua, de la Cancillería de ese país lo llamaron a capítulo por opinar sobre la anulación de la diputación de Bolaños Davis.

Así es.

Como embajador nos salía caro. Para ser Nicaragua $7 mil es mucho, ¿no?

Los embajadores deben vivir como ricos sin serlo.

¿Y en la Cumbre ganó bien?

Cobré lo que gano como funcionario. No más.

¿Y por eso lo mandarán de embajador a Rusia?

No es premio.

¿En qué quedó la investigación por el uso de una tarjeta de crédito con límite de $100 mil que le dio la Caja de Ahorros al exministro de la Presidencia Olmedo Miranda y en la que usted firmaba?

De lo que yo firmé no hubo duda.

¿Cómo, después de ser jefe de protocolo del Estado, con Martinelli queda siendo asesor de proyectos especiales de la Policía y jefe de protocolo y director de cooperación internacional del Meduca?

Son altos y bajos de la carrera...

Sus tres jefes en ese gobierno –Martinelli, Lucy Molinar y Gustavo Pérez– están en problemas legales… Curioso, ¿no?

Que se sirva la justicia.

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