Parece una escena cotidiana: en San Miguelito, en medio de la noche, dos policías escoltan a un ciudadano que no parece tener más de 30 años. Caminan sin prisas, cruzan una avenida, y lo suben a un pequeño bus rotulado con las palabras Policía Nacional. En San Joaquín, en el corregimiento de Pedregal, del distrito capital, la noche avanza de manera normal en medio de los gritos de los ganadores de un juego de bingo. Motos de la policía llegan a Altos de Los Lagos en Colón. Los agentes inspeccionan, y requisan.
Escenas como estas son frecuentes por estos días en las calles del país en medio del toque de queda para contener la propagación del nuevo coronavirus, pandemia que solo en el país se ha cobrado la vida de 5 personas y tiene a 313 contagiados.
Desde que está en marcha el Decreto Ejecutivo 490 que ordena a los ciudadanos estar en sus casas desde las 9 p.m. a 5 a.m. se han retenido a mil 62 personas, por no acatar la norma. En otras palabras, por permanecer en las calles pese al llamado de las autoridades. Todos ellos se exponen a una multa que va desde los $50 a los $1,000, y deben de comparecer ante un juez de paz.
Si la calle es atractiva para algunos en las noches de toque de queda, el día es imparable, a pesar de la campaña #Quédateencasa. Avenidas con autos esperando en los semáforos, gente haciendo filas en las sedes de la Lotería, y personas caminando por las calles, son parte del paisaje urbano en medio del coronavirus. En redes sociales, algunos apelan por una cuarentena total, medida, que de acuerdo a lo que anunció el ministro de Seguridad, Juan Pino, llegará en cualquier momento.
¿Por qué?
Sin embargo, Panamá no es el único país donde se vive este fenómeno. Una noticia publicada por la agencia AFP, titulada ¿Por qué tanta gente sale a la calle a desafiar el coronavirus? Describe escenas de gente paseando en París, o en Berlín. ¿Está el mundo dividido en dos, entre las personas que respetan las normas por el bien de todos y las que solo piensan en sus propios intereses?, se pregunta el escrito.
Citan a Angela Sutan, profesora de economía del comportamiento en el centro francés Burgundy School of Business.
“No, hay una parte de indecisos, que suele ser mayoritaria en este tipo de situaciones”, responde. “El problema es que esta gente indecisa es a la vez la más importante y la más peligrosa”, explica a la AFP. “Si se dan cuenta que los otros no cooperan, ellos tampoco cooperan”. Las conclusiones se fundamentan en investigaciones en economía del comportamiento, disciplina que busca explicar por qué emergen comportamientos irracionales desde un punto de vista económico.
Se espera que en la tarde de hoy el presidente Laurentino Nito Cortizo anuncie cambios en el toque de queda.