La invitada a la sala este sábado es Yamyleth Yamy Araúz de Blandón, candidata a diputada por el Partido Panameñista en el circuito 8-3, área que comprende a San Felipe, El Chorrillo, Santa Ana, Calidonia, Curundú, Ancón. Bella Vista, Betania y Pueblo Nuevo.
¿Cuándo y dónde naciste?
El 17 de octubre de 1973 en David (Chiriquí), en una clínica que ya no no existe. Se llamaba la clínica De Ruiz.
¿Cuántos hijos tienes?
Cuatro. La menor es Ana Isabel, José Raúl es el mayor, Ana Patricia y Juan José. Los tres mayores son hijos de mi esposo José Isabel Blandón, pero somos una familia moderna. Son mis hijos también. La chiquita, Ana Isabel, completó la familia feliz.
¿Dónde y qué estudiaste?
Estudié en una escuela multigrado, en un pueblo que se llama El Flor, en Dolega, Chiriquí. Estudié allí en una escuela multigrado, eran tres salones. Me hace muy feliz que después de graduarme de abogada y cuando empecé a trabajar podía regresar a la escuela a ayudar a Marta, la maestra que siempre. Ahora tienen hasta kinder. Es como un logro, una escuela multigrado, ya tiene su salón de kinder. Siempre estudié en el sistema público, por eso conozco el monstruo desde adentro, desde la perspectiva de estudiantes. Sé de las limitaciones y todos los esfuerzos que hay que hacer para llegar a ser profesional (...) Estudié derecho en la Universidad Autónoma de Chiriquí. Teníamos profesores muy comprometidos con esa carrera que estaba iniciando.
¿Por qué quieres ser diputada del circuito 8-3?
A mí siempre me ha gustado la política, pero cuando estuve en la campaña 2019 (de su esposo José Isabel Blandón), hice una gira a nivel nacional para apoyar a mi esposo en las primarias. Yo le pedía a las mujeres que participaran en política porque soy fiel creyente de que nosotras las mujeres tenemos que ocupar puestos de mando, puestos de jurisdicción, puestos donde podamos cambiar y generar leyes para mejorar nuestro entorno. Pero estaba desde la comodidad de no haber participado nunca en un cargo de elección y tal vez era muy fácil decirles: ‘corran postúlense’, pero yo no lo hacía. Y fue la primera vez que me lo planteé. Soy de las personas que cree que uno debe predicar con el ejemplo.
Tres proyectos de ley importantes para el país
Uno que me motiva es el de protección a nuestros adultos mayores. En Betania, por ejemplo, que es el corregimiento donde yo vivo, hay muchos adultos mayores y a medida de que uno va avanzando en edad, se da cuenta de que a los adultos mayores se les deja en una casa mirando cómo pasa el tiempo, pero son personas que están capacitadas y tienen toda la energía para seguir aportando a nuestra sociedad. Cuidar de los adultos mayores, protegerlos para que puedan seguir generando recursos tal vez no desde su profesión, pero sí en profesiones alternativas, es un anteproyecto de ley que presentaría.
Otro está basado en la experiencia que tengo por vivir en este circuito. Aquí hay mucha inseguridad, pero más que todo es por falta de iluminación, falta de buenas cámaras de videovigilancia y uno de los programas que ha funcionado en este circuito es el de vecinos vigilantes. No funciona mejor porque no tiene recursos. Me gustaría desde la Asamblea presentar un anteproyecto de ley para asignar recursos al programa. Estoy segura que podríamos disminuir los casos de delincuencia. Otro es sobre un tema que a mí me toca mucho, la educación. Tenemos dos países: un país donde los que tienen menos recursos se tienen que conformar con la educación pública y los que tienen y hacemos el esfuerzo por pagar una educación privada. Un anteproyecto de ley que potencialice ese esfuerzo que hacen los papás y las escuelas públicas por sobrevivir.
Un político al que admiras
José Blandón. Conozco el trabajo que hace. Para mí una de las cosas que son importantes y que admiro en cualquier persona es la perseverancia, la lucha por querer trabajar todos los días por conseguir lo que tú sueñas para tu país. Él lucha todos los días para tratar de conseguir un país más justo, donde todos podamos aspirar, donde a través de la educación podamos lograr las metas que nos propongamos. Eso es algo por lo que lo apoyo 100%.
¿Qué es lo que más te incomoda de la vida política?
La doble moral. Es decir, frente a las cámaras lo que quieren escuchar y por detrás actuar como eres. Eso es algo que los políticos que estamos en esto que nos gusta, debemos cambiar. Al final somos un reflejo de la sociedad y no podemos andar con dobles discursos, uno delante de las cámaras y uno detrás.
Un recuerdo de tu infancia.
El campo. Esos veranos jugando con todos mis amigos en el campo donde crecí. Sentir la brisa. El olor a campo para mí lo es todo.
¿Qué libro estás leyendo por estos días?
Estuve en la Feria del Libro. Llevé a mi hija, la más pequeña, pues para ella es como ir a Disney. Para ella la feria del libro es una fecha en la que tanto el papá como yo, tenemos que estar disponible para ir con ella. Compré muchos libros, pero hay uno que no he comenzado a leer, lo tengo para tarea: La cabeza de Balboa, es un autor panameño, Juan David Morgan.
Recomienda una serie
Soy fan de las series y de las películas. Mi esposo y yo nos ponemos cómodos y en Netflix nos enganchamos de las series. Por ejemplo, hay una que se llama Fauda, que me gusta. No me gustan las de miedo. No me gusta someter mi cuerpo a esa tensión, así que todo lo que veo más bien es suspenso. Vemos una de abogados, Lincoln, súper recomendada. Cuando iba de gira a Chiriquí y nos quedamos en la casa de mi hermana, ella veía muchas series coreanas y me picó la curiosidad y empecé a verlas. Son adictivas.
¿Cuál es tu principal miedo?
Cuando alguien ha estado tan cerca de la muerte, tú le tienes miedo a solo una cosa: a no hacer lo que quieres y a no abrazar y decir que amas a las personas que amas. Creo que uno siempre tiene que atreverse, se puede equivocar, puede fracasar en el primer intento, pero siempre tiene que atreverse y nunca dejar nada para ‘voy a hacerlo’. Uno tiene que atreverse.
¿En qué o en quién crees?
Soy una mujer de fe. Creo en Dios por sobre todas las cosas. Siempre he creído que hay un ser que está por encima del bien y del mal y que nos cuida.
¿De qué te arrepientes?
De no haber arrancado antes en la política que me gusta, la de caminar, escuchar, subir edificios, pedir el voto, hablarle a la gente, mirar a las caras y decir ‘confíen que voy a hacer las cosas diferentes. Me arrepiento de no haber comenzado antes, aunque soy de las que creo que nunca es tarde, pero no es fácil. Ahora me doy cuenta que no es tan fácil.
¿Qué te hace feliz?
Mi familia. Las cosas simples. Comerme un mango. Estar en campo, pelar una naranja. Hay un representante panameñista en Veraguas y una vez fuimos a su casa. Había un árbol que estaba tan lleno de naranja, que yo estaba sentada en una silla y agarraba la naranja, la pelaba, y agarraba otra. Eso me hace feliz. Las cosas simples, las cosas que no cuestan tanto, me hacen feliz. Mirar una luna llena me hace feliz. Cuando llegas a una etapa de tu vida en la que las cosas que te hacen feliz son las que no cuestan, comienzas a vivir.
El mejor consejo que has recibido
Mis papás me dieron dos consejos que me marcaron: uno, que teníamos que estudiar y ser independientes. Somos una familia de cinco hermanos. Las cuatro mayores somos mujeres y yo me imagino a mi mamá y a mi papá preocupados y pensando: ‘tenemos que hacer a nuestras hijas profesionales´. Nos decían todo el tiempo: ‘la herencia que les dejo es la educación’. Y sobre todo, la independencia, trabajar te hace libre. Y el segundo buen consejo es un plus. Mi papá fue panameñista de toda la vida, él murió en diciembre del año pasado. Decía a todos sus hijos que el mejor partido era el Partido Panameñista porque impulsaba a las mujeres. Ahora me quedo pensando que tomé la mejor decisión cuando decidí inscribirme. Él no dejaba ni que calentáramos la cédula, nos inscribía. En el caso mío no fue tan fácil, estudié derecho y él decía: ‘tú vas a ser abogada, pero es que tú no dejas nada que no discutas’. Y leí que en la historia del Partido Panameñista las mujeres hemos sido protagonistas, acompañadas de hombres que nos apoyan y nos impulsan. Entonces tomé la decisión de inscribirme en el partido desde antes de conocer a mi esposo. Soy panameñista no por estar casada con José Blandón, soy panameñista porque descubrí en el partido un lugar en el que puedo crecer.